viernes, 27 de noviembre de 2020

LAS EVASIONES EN EL SANATORIO PSIQUIÁTRICO NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT, DE SANT BOI DE LLOBREGAT, EN LA DÉCADA DE LOS AÑOS SESENTA DEL SIGLO PASADO.



El muro del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat.

En la parte final de esta publicación, se incluye un reportaje gráfico del derribo de este muro, el sábado, 18 de junio de 2011, después de permanecer en pie ciento diez años.

Gabriel Alenyà i Serra me explica las evasiones que se producían en la década de los años sesenta del siglo pasado en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, y atendido su interés me autoriza a su divulgación.

"En las evasiones en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, cuando se utilizaba el argot "El alta del doctor Tapia. (Saltar la tapia), era la expresión usada entre los enfermos para referirse a la intención que tenían de evadirse. " Le he dicho al doctor que si él no me da el alta, me la dará el DOCTOR TAPIA".

En los años que estuve en el Sanatorio Psiquiátrico de Sant Boi, las fugas / evasiones de internos se daban con cierta frecuencia. El perfil de los evadidos solía ser de enfermos jóvenes diagnosticados como PSICÓPATAS.

Las tapias exteriores del Sanatorio, medían algo más de dos metros de altura en su parte exterior, pero en la parte interior, habían unos fosos de más de metro y medio de profundidad, lo cual suponía, desde el interior, una altura de más de tres metros y medio. Así y todo, los enfermos se las ingeniaban para evadirse.

Una fuga o evasión muy original fue cuando unos enfermos construyeron una escalera con unas cañas que cortaron de un cañaveral que existía adosado a las tapias del cementerio. Con estas cañas atadas construyeron los peldaños, todo atado con unas  cuerdas, que posiblemente habían encargado a un paciente que todas las mañanas salía para comprar periódicos y otros encargos.

Recuerdo que, por aquellas fechas, era obligatorio informar al Gobernador Civil de la provincia estas evasiones. Se hacía mediante unos partes impresos que existían a tal fin. En estos partes se tenía que informar, además, de los rasgos y datos personales del evadido, si era agresivo o peligroso.

Entre las notas que a manera de diario iba tomando por aquellos años, he encontrado que, el sábado 14 de agosto de 1965, llamaron al Sanatorio desde el cuartel de la guardia civil de Amposta, explicando que habían detenido a un evadido porque fue a comer a un restaurante y, a la hora de pagar la cuenta, dijo que no llevaba dinero porque se había escapado de Sant Boi, y que hacía unos días en que apenas comía.

Como yo tenía permiso de conducir, el Prior me encargó que fuera a buscarlo con una furgoneta Volkswagen que teníamos en el Sanatorio.

Al llegar al cuartel de la guardia civil, el sargento que me atendió se extrañó que yo fuera solo. Se trataba de un paciente pacífico y nada peligroso, al que yo conocía y él me conocía a mi. Lo tenían encerrado en un calabozo. Al verme dijo: Menos mal hermano que ha venido a buscarme, aquí me tienen encerrado como si fuera un bicho peligroso. Y con asombro de los guardias civiles subió pacíficamente a la furgoneta y nos despedimos rumbo a Sant Boi. Este enfermo se había evadido provisto de una azada , diciendo al portero que iba a trabajar a la huerta.

Aclararé que, casi al fondo del Sanatorio, junto al edificio que acogía al postulantado y el escolasticado, había una puerta que daba al camino que conducía al cementerio, por la cual salían los enfermos que iban a trabajar a la huerta situada a la otra parte el camino. También por esta puerta entraban y salían los vehículos".

REPORTAJE GRÁFICO DEL DERRIBO DEL MURO.

Después de 110 años de existencia, el sábado, 18 de julio de 2011, se procedió al derribo de aquel muro.

Véase en el fondo de la segunda y tercera fotografía, la valla de hierro que sustituye  al grueso muro derribado.

Iniciando el derribo del muro, en que participaron todos los asistentes que quisieron sumarse en  hacerlo.
(Foto: Joaquím Munté).

El Dr. Josep Ramos, director de Planificación del hospital, durante su intervención  en la introducción del acto.
 (Foto: Joaquim Munté)

Una máquina excavadora procedió finalmente a derribar la totalidad del muro.
 (Foto: Joaquín Munté).

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