jueves, 30 de julio de 2009

BALNEARIO DE SANTA ÁGUEDA: DEL ASESINATO DE CÁNOVAS EL CASTILLO A LA COMPRA DEL ESTABLECIMIENTO POR EL PADRE MENNI ( 1897 - 1898)


El balneario de Santa Agueda, ubicado en el barrio de Gesalibar, de Mondragón (Guipúzkoa), se construyó en el año 1825, atendidas las excelentes cualidades de sus aguas termales. Era lugar frecuentado, en la época estival, por el Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo.
En el verano de 1897, el lider del Partido Conservador, que se hallaba inmerso en las preocupaciones propias de la inserrucción de Cuba, se había detenido, acompañado de su esposa Joaquina de Osma, a despachar con la reina Regente, en San Sebastián, antes de dirigirse al Balneario de Santa Agueda.
También llevaba unos días hospedado en el balneario un joven italiano , que figuraba registrado con el nombre de Emilio Rinaldi, y según su tarjeta, estaba acreditado como corresponsal del periódico Il Poppolo.
En la mañana del domingo día 8 de agosto de 1897, Cánovas del Castillo y su esposa habían asistido a la celebración de la Misa. Finalizado el acto religioso se retiró a sus habitaciones. Cursó un telegrama al Ministro de la Gobernación y, tras cambiarse de ropas, poco después de las doce horas del mediodía, salieron de sus habitaciones, en la primera planta , para dirigirse al comedor. En la escalera se cruzaron con una señora que les era conocida, y su esposa se entretuvo hablando con ella, mientras que él seguía su camino. Junto a la escalera, había una gran galería que daba al jardín , paso obligado para acceder al comedor.
Cánovas tomó asiento en uno de los bancos, concretamente en el más próximo a las escaleras de las que habían descendido y se dispuso a leer el periódico La Época. Alguien, que llevaba algún tiempo observando sus movimientos , se le acercó sigliosamente sin levantar sospecha, y sujetándose fuertemente con la mano izquierda al marco de la puerta, acercó al Presidente el revólver que llevaba y le disparó. La primera bala penetró por el lado derecho del pecho, y salió por la parte posterior, junto a la columna vertebral. Cánovas tuvo todavía fuerzas para incorporarse, girando la cabeza inconscientemente hacia el lado derecho, permitiendo que el agresor pudiera efectuar otros dos disparos. El primero le penetró por la región auricular, atravesando la masa encefálica y saliendo por la frente, mientras que el segundo entró por la región supraclavicular, junto a la horquilla, provocando la rotura de vasos importantes, desangrándose en un corto espacio de tiempo.
Con la detonación de los disparos, la esposa de Cánovas bajó apresuradamente las escaleras y encontró a su marido tirado en el suelo, boca abajo y rodeado de un gran charco de sangre. Su asesino permanecía en el lugar, siendo increpado con gritos de "¡ canalla y asesino!" por la esposa del fallecido Presidente, a lo que éste le replicó: "Señora, yo no soy un asesino. Por respeto a una señora tan digna como usted no lo he matado antes. Para evitarle a usted el espectáculo busqué la ocasión de encontrarle solo. Yo he venido a cumplir con mi deber. He venido a vengar a mis hermanos de Montjuic".
El Jefe de los efectivos de velar por la seguridad del Presidente, acompañado de un Teniente de la Guardia Civil, detuvieron de inmediato al asesino, que no opuso resistencia alguna, al tiempo que lo justificaba como " la venganza por los tormentos aplicados a los anarquistas presos y posteriormente fusilados en el castillo de Montjuic, en Barcelona". Posteriormnte confesó su auténtica identidad. Miguel Angiolillo Folli, de 27 años de edad, natural de Foggia. (Italia), municipio próximo a Nápoles.
El cuerpo sin vida de Antonio Cánovas del Castillo estuvo expuesto todo un día en la finca que la familia tenía en Madrid, y cuando se procedió a trasladar el féretero para recibir cristiana sepultura, su esposa llamó al Duque de Sotomayor, que ostentaba la representación de la Reina y dijo: "El mayor sacrificio que puedo hacer ante la tumba de mi marido, es perdonar al asesino. Dios me oye. Yo le perdono".
El abogado defensor de Angiolillo, ante el Consejo de Guerra que le condenó a muerte, le comuncó el perdón de la esposa de Cánovas. Angiolillo ni siquiera se inmutó. Y el 20 de agosto de 1897 fue ejecutado en Vergara, pr el procedimiento de garrote vil.
EL PADRE BENITO MENNI ENTRA EN ESCENA
Los propietarios el balneario de Santa Águeda, señores Mendia , se apresuraron a poner en venta todas aquellas instalaciones balnearias, conscientes de la decadencia que sufriría su negocio, a raiz de aquel luctoso suceso.
El Padre Benito Menni, que en su labor restauradora de la Orden de San Juan de Dios en España, y fundador de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, ya había fundado varios hospitales psiquiátricos en distintos puntos de la geografía hispana, valoró muy positivamente la importancia de estas instalaciones, para iniciar el proyecto que años antes tuvo que abandonar en Eskoriatza.
Y el 1 de marzo de 1898, ante don Mario Aguinaga Barona, Notario de Mondragón, se procedía a la firma de la escritura de compraventa de los edificios que conformaban el Balneario de Santa Águeda, compareciendo, por una parte, los propietarios, Ramón, Carlos y Sabina Mendia, y de otra, el Padre Benito Menni, en condición de gerente de las sociedades anónimas El Iris y La Rosa, representativas, respectivamente, de los intereses de los Hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
Con la compra de estas instalaciones, con fecha 1 de abril de 1898, la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares aprobó la fundación de la nueva institución hospitalaria , y veinte días más tarde, el Gobernador Civil de Guipúzcoa aprobava las bases fundacionales para la estancia de enfermos mentales de ambos sexos de la provincia, en estos estalecimientos. Simultáneamente se iniciaron los trabajos de adaptación de aquellas instalaciones a los nuevos usos hospitalarios, y finalmente, el 1 de junio de 1898 se inauguró, con toda solemnidad, la Casa de Salud de Santa Águeda. Solamente habían transcurrido diez meses del asesinato de Antonio Cánovas del Castillo y aquel pretigioso balneario se había convertido en hospital psiquiátrico .
Una impliación entre italianos. Unos anarquistas italianos eran ejecutados en el Castillo de Montjuic, en Barcelona. Otro anarquista italiano los vengó asesinando la Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo, y finalmente, otro italiano, el Padre Benito Menni compraba el balneario para transformarlo en hospital psiquiátrico.

viernes, 24 de julio de 2009

FEBRERO DE 1912: TENSA SESIÓN DE LA DIPUT ACIÓN PROVINCIAL , A RAIZ DEL EXPEDIENTE INSTRUÍDO AL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT (y II)

Manicomi de Sant Boi de Llobregat. Any 1912. Fons fotogràfic Salvany
(Continuación y final) El voto particular formulado al dictámen y que fué deshechado, estaba concebido en los siguientes términos:
1º Rescisión del contrato celebrado entre la Diputación y el Manicomio de San Baudilio de Llobregat para la estancia de dementes pobres á cargo de aquélla á cuyo efecto se comunque á la representación de dicho Manicomio, en la forma y con la antelación que proceda con arreglo á las bases del referido contrato, la voluntad del cuerpo provincial de dar por terminado el contrato.
2º Ordenar al inspector interino se ponga de acuerdo con la administración del Manicomio con objeto de fijar el jornal ó salario que deban percibir los alienados á cargo de la Diputación y cuyo trabajo redunde en beneficio ó utilidad del establecimiento.
El producto de los jornales ó salarios se destinará en una tercera parte á mejorar la asistencia del enfermo en el establecimiento, la otra tercera parte se destinará á la Diputación y el resto se entregará al enfermo á su salida del Manicomio.
3º Se crea una plaza de inspector del servicio de dementes á cargo de la Diputación , que se proveerá mediante concurso, en el que podrán tomar parte los que posean el título de Licenciado en Medicina y Cirugía y tengan capacidad legal para el ejercicio de la medicina.
Aparte de las demás atribuciones, derechos y obligaciones que se le confieran, tendrá por principal misión inspeccionar constantemente el servicio y tratamiento que se dé á los asilados de San Baudilio, proponiendo al cuerpo provincial las medidas que estime convenientes.
Cuando no existan enfermos por cuenta de la Diputación en dicho Manicomio, desempeñará sus funciones en los otros establecimientos que tengan asilados dementes á cargo del cuerpo provincial.
4º Se hace extensivo á los niños de ambos sexos que se encuentren asilados por cuenta de la Diputación en el Manicomio de San Baudilio del acuerdo tomado por el cuerpo provincial en 28 de marzo último, y que consta en el apartado C del párrafo 5º del dictamen de la Comisión de Gobernación y que se refiere al traslado á establecimientos públicos ó particulares de beneficencia de esta capital ó de otras poblaciones de los viejos, idiotas, decrépitos, cretinos, imbéciles que se encuentren en el repetido Manicomio. Se delega al señor presidente y á la Comisión de Gobernación para que practiquen las gestiones necesarias para llevar rápidamente á la práctica estos acuerdos.
5º Se encarga á la Comisión de Gobernación estudie los medios conducentes á la construcción de un Manicomio provincial para hacer entrega del mismo al Estado á fin de que corra de su cuenta, con arreglo á las disposiciones vigentes, el sostenimiento de los dementes pobres de la provincia.
El dictamen de la Comisión de Gobernación , que fue aprobado, era el siguiente:
1º Lamentar la forma apasionada con que en algunos extremos, formularon los médicos inspectores sus juicios, así como el daño que al buen nombre del Manicomio de San Baudilio de Llobregat, hayan podido ocasionar las campañas de tonos violentos hechas públicamente antes de precisar serenamente el alcance de los defectos achacados á dicho establecimiento.
2º Expresar la satisfacción por las mejoras que desde la fecha de la inspección han sido llevadas á cabo, así como por la contnuación de las que antes de la inspección iba desarrollando la Dirección del Manicomio.
3º Declarar que no tienen la consideración de cargos imputables al Manicomio, sino que hay que atribuirlas al estado general de atraso de nuestro país, las deficiencias de escasa importancia de instalación y de servicio registradas por los médicos é inspectores.
y 4º Comunicar los precedentes acuerdos á la Dirección del mentado establecimiento.
Seguidamente se aprobaron dos dictámenes de escaso interés, y á las cuatro de la madrugada, no habiendo más asuntos que tratar, el señor Bartrina, que durante la última parte del debate ocupaba la presidencia, levantó la sesión.
Con ésta quedó terminado el actual período de sesiones"
PROCEDENCIA
"La Vanguardia", página 3. viernes 9 de febrero de 1912

martes, 21 de julio de 2009

FEBRERO DE 1912: TENSA SESIÓN DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL , A RAIZ DEL EXPEDIENTE INSTRUÍDO AL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT ( I )


"Continuando el señor Argemí en uso de la palabra para defender el dictamen de la Comisión de Gobernación sobre el expediente instruído al manicomio de San Baudilio de Llobregat, añadió que las reformas propuestas ya estaban planeadas por la Diputación, y que lo único que á su entender debía hacerse en aquellos momentos, era depurar los hechos denunciados y cercionarse de su veracidad.
El orador debatió con gran energía uno por uno de los cinco puntos que abarca el voto particular de los republicanos y calificó de improcedente en voto particular.
Censuró el apasionamiento que había demostrado en su discurso el señor Micó.
Terminó informando que el doctor Ferrer había atizado leña al fuego en el asunto, porque aspiraba á ocupar la plaza que en el manicomio había quedado vacante por el fallecimiento del señor Parellada.
El señor Ulled intervino atacando el dictamen emitido por la Comisión de Gobernación calificándolo de meloso.
Dijo que en el dictamen se reconocía la veracidad de los hechos denunciados, motivando tales palabras las protestas del señor Argemí
Censuró con dureza el proceder que dijo se seguía con los dementes del manicomio.
Una voz de la galería . ¡ Bárbaros!.
(El presidente ante varias manifiestaciones del público le conminó con mandar desalojar el local).
Terminó el señor Ulled protestando del penoso trabajo que dijo que se obligaba á ejectuar á los asilados que la Diputción mandaba al manicomio para su curación.
El señor Puigpiqué suplicó al señor Argemí que no se pusiera nervioso ni pasara ningún cuidado, porque el dictamen de la mayoría sería aprobado. (Risas)
Dijo que no conocía al doctor que el señor Argemí había citado.
Terminó diciendo que los abusos en el manicomio de San Baudilio se venían cometiendo desde hacía 40 años y que creía que continuarían en adelante.
El señor Pelfort intervino, defendiendo a la dirección del manicomio, y puso en parangón el dictamen de la comisión facultativa con el de los tres inspectores.
Rectificaron los señores Micó y Argemí.
Este último se extrañó que el señor Ulled que con tan negros colores había pintado el manicomio, hubiera recomendado recientemente á un niño para que lo admitieran en el citado establecimiento.
Se lamentó de que los republicanos en el salón de sesiones hablaran de una forma y fuera de él en otra.
Estas palabras fueron causa de que se suscitase un pequeño incidente que cortó a campanillazos la presidencia.
El señor Argemí hizo presente á los radicales que por los alienados de la Diputación ,pagaba tan solo una peseta con treinta céntimos diarios, con cuyo importe se les tenía que alimentar, vestir, calzar y darles medicina.
A las tres y media de la madrugada se puso á votación el voto particular de los republicanos, el cual fue desechado por 18 votos contra 6.
Seguidamente comenzó la discusión del dictamen, consumiendo el primer turno en contra el señor Valentí y Camp.
Este diputado dijo que no se trataba de inculpar al manicomio, ni á sus directores, ni de insultar a ninguna comunidad religiosa, pero que tenía la seguridad de que el mismo director estaba persuadido de que el establecimiento que se debatía en vez de ser un centro de curación constituía un almacén de desgraciados.
Añadió que lejos de ser la hora de las inculpaciones y de las censuras, entendía que debía ser el momento de que la Diputación se trazase la verdadera línea de conducta.
E señor Argemí agradeció la temperencia de las frases del señor Valentí Camp, y dijo que si en principio la minoría radical se hubiera expresado en tal forma, el debate hubiera resultado más provechoso.
Terminó indicando que lo mismo la Comisión de Gobernación que el cuerpo provincial se preocuparían del asunto, para lograr que los dementes fueran debidamente atendidos.
No habiendo más diputados que desearan hablar en pro o en contra del dictamen, se puso éste a votación, que fue nominal á patición de los radicales, resultando aprobado por 15 votos contra 6." (Continuará)
FUENTE DE CONSULTA:
"La Vanguardia", Viernes 9 de febrero de 1912. Páginas 2 y 3.

domingo, 12 de julio de 2009

LA LABOR DEL PADRE BENITO MENNI EN LA TERCERA GUERRA CARLISTA, SILENCIADA EN LA "MEMORIA HISTÓRICA DE LA CRUZ ROJA", DE GUIPÚZCOA


La tercera Guerra Carlista tuvo lugar en España entre los años 1872 y 1876, enfrentando a los partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista, con el nombre de Carlos VII, y los gobiernos de Amadeo I, de la República, y de Amadeo XII. Este conflicto bélico tuvo como principal escenario las provincias Vascongadas y Navarra.
La restauración de los Fueros, por el pretendiente, en julio de 1872, abolidos por los decretos de Nueva Planta, por Felipe V, influyó notablemente en la fuerza del levantamiento en Cataluña, y aunque con menor incidencia, en Valencia y Aragón, así como en algunas partidas poco activas en tierras andaluzas y del resto del territorio peninsular, especialmente en áreas montañosas donde abundaba el bandolerismo, ante la marginalidad y escasa eficacia a la hora de establecer un vínculo con el pueblo, que precisamente facilitaba su actividad guerrillera.
Tras la proclamación de la Primera República Española, en febrero de 1873, muchos monárquicos isabelinos se pasaron al bando carlista, aumentando con la insurrección cantonalista. Por el contrario, el golpe de Pavía, en enero de 1874 y el pronunciamiento de Arsenio Martínez Campos, el 29 de diciembre de 1874, que condujo la restauración de la dinastía caída en 1868 en la persona de Alfonso XII, contribuyeron a restar fuerzas a los carlistas, así como el acercamiento al Vaticano del Gobierno español, y el reconocimiento de Alfonso XII por parte de Ramón de Cabrera, que publicó unos manifiestos "A la Nación" y "Al Partido Carlista".
En el bando carlista, la reina Margarita, había fundado una organización paralela y diferente de la Cruz Roja, que se llamó La Caridad, y que en la práctica, constituía el Cuerpo de Sanidad militar del ejército carlista.
Así las cosas, en febrero de 1874, el Padre Benito Menni llegaba al País Vasco por vez primera, a raíz de esta guerra, junto con otros cinco Hermanos de la Orden de San Juan de Dios, procedentes de Marsella (Francia), y se incorporó a los servicios de Sanidad del bando carlista, como enfermero de la neutrral Cruz Roja, ejerciendo funciones de camillero en el frente y en los hospitales de primeros auxilios. Para ello, con anterioridad se habían dirigido a Nicasio Landa, uno de los principales artífices de la fundación de la Cruz Roja en España, para que los recibiera como voluntarios de la Cruz Roja , y de esta manera poder entrar en España, pero, desde un principio, como decisión personal, se establecieron en Leitza, territorio carlista, enrolándose en La Caridad. Luego, de Leitza pasaron a los hospitales de Santurtzi y Portugalete, plazas que recientemente habían conquistado los partidarios de Don Carlos.
A finales de marzo, los liberales iniciaron un feroz ataque para recuperar Santurtzi. La batalla fue muy dura, puesto que en tres días los carlistas sufrieron dos mil bajas y los liberales el doble, es decir, cuatro mil.
El Padre Menni y los Hermanos de San Juan de Dios, tras permanecer varios días a merced del incesante fuego republicano, obligados por el bombardeo, procedieron, el 6 de abril, al traslado de los heridos hasta el hospital de Iratxe, el más importante de los que disponía La Caridad.
El Padre Benito Menni se dirigió a su Superior en estos términos: "Irache, 17 de abril de 1874. Rvdmo. Padre General.
... me limito a hacerle saber que nos han pasado de los hospitales de Santurce y Portugalete, a éste de Irache, próximo a Estella, en Navarra... hemos estado varios días bajo el bomardeo republicano en Santurce y hemos visto muchas bombas estallar a nuestro lado... Aquí estamos bastante más seguros y tranquilos. Este edificio era una antgua abadía benedictina... tenemos más de 300 heridos y enfermos..." (1)
En los últimos días de la guerra, resultó muy arriesgado para el Padre Menni , trasladar los heridos del hospital de Gomilatz (Otxandiano) al balneario de Santa Agueda, en Arrasate, puesto que se tuvo que hacer bajo una intensa lluvia de fuego enemigo.
A pesar de que en todo momento el Padre Menni se mantuvo en territorio carlista, donde la Cruz Roja había sido abolida, y si bien fue admitido como miembro de la Cruz Roja y dispuso de la autorización para el empleo de todos sus emblemas, en ninguno de sus hospitales pudo ondear la bandera de la Cruz Roja. Colaboró con La Caridad, y al finalizar la guerra -- febrero de 1876 -- estaba al frente de un hospital psiquiátrico, en Escoriatza, que había sido fundado cuatro meses antes como hospital de sangre.
Sin embargo, a pesar de su estancia en Mondragón y Escoriatza, en la Memoria Histórica de la Cruz Roja de Gipuzkoa (1870 - 1876), que redactó Luís Etxeberria, no aparece la más mínima referencia de la presencia del Padre Menni ni de los Hermanos de la Orden de San Juan de Dios. En la Memoria se recoge que, de manera excepcional, el Médico Titular de Aitza, Dr. Anselmo Goikoetxea, fue el único asociado autorizado para actuar en el bando carlista durante toda la contienda.(2)
BIBLIOGRAFIA
(1) Revista Hospitalarias. Núm. 237. Abril-mayo . Madrid, 2001.
(2) Echeverría, Luís. Memoria Histórica de la Cruz Roja Guipúzcoa. 1870-1876. Archivo Cruz Roja Gipuzkoa.

jueves, 2 de julio de 2009

ENERO DE 1911 : EL PADRE BENITO MENNI MANDÓ QUE FUERAN RESPETADOS LOS USOS Y LAS LENGUAS DE CADA PAÍS , EN LOS ENFERMOS ASILADOS.

El respeto, la estima y la consideración que el Padre Benito Menni tenía hacia las personas enfermas, asiladas en sus establecimientos psiquiátricos, ha quedado ampliamente evidenciada en distintos episodios de su vida y su obra; así como su insistentes recomendaciones a los Hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y a las Hermanas de la Congregación de Heermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en estos aspectos.
Una buena muestra de ello, la encontramos en una carta que, desde San Baudilio de Llobregat (actual Sant Boi de Llobregat), dirigió, con fecha 31 de enero de 1911, en función del cargo de Visitador Apostólico de toda la Orden de San Juan de Dios, que ostentaba en aquellos momentos, , a los MM.RR.PP. Superior Provincial y a sus Definidores, a todos los PP. Priores y Sacerdotes y a todos los demás religiosos de su Orden, en España, Portugal y América.
En esta carta les daba a conocer siete ordenaciones , todas ellas de obligado cumplimento. La sexta , decía textualmente:
"Sería muy impropio que se obligara a los enfermos a hablar castellano cuando son, por ejemplo, catalanes, pues es preciso respetar los usos y la lengua de cada país" (1)
Con fecha 25 de enero de 1999, con motivo del año de la canonización del Padre Benito Menni, envié una reproducción de esta carta al Muy Honorable Sr. Jordi Pujol Soley, por aquel entonces Presidente de la Generalidad de Cataluña.
Unos días más tarde, el Sr. Jordi Pujol´, en escrito de fecha 11 de febrero de 1999, me decía " Recibí su carta del día 25 de enero, junto a la cual tuvo la amabilidad de adjuntar la reproducción de la carta que el beato Benito Menni dirigió a los religiosos de su orden de Cataluña, España, Portugal y América.
Le doy las gracias por hacérmelo conocer y regalármelo"
Después de firmarla, de su puño y letra añadió : " Me gustó mucho conocer este detalle del beato Menni."
(1)Félix Lizaso Berruete, O.H. "Perfil juandediano del Beato Benito Menni (463 cartas)".
Archivo Interprovincial. casa del tránsito de San Juan de Dios. Granada 1985.