lunes, 25 de julio de 2011

EL TEMOR ANTE LA INESPERADA PRESENCIA DE UN ENFERMO MENTAL, EQUIPARADO AL DE UN MUERTO RESUCITADO ( DICIEMBRE 1932)

Hasta fechas todavía no muy lejanas, la sociedad en general, no reparaba en ocultar el auténtico pánico que sentían hacia las personas con enfermedad mental; de los locos como se les llamaba entonces, y únicamente les proporcionaba cierta tranquilidad saberlos recluídos en manicomios, donde permanecerían encerrados, la mayoría de ellos el resto de sus días. Sin embargo, estos temores, estos miedos, los acusaban paradógicamente también la mayoría de las familias de estas personas, que una vez conseguían ingresarlo en una institución psiquiátrica, respiraban tranquilidad al considerarse alejados de los peligros que podía suponer la convivencia con aquella persona enferma.

Cuando se producía una fuga en un establecimiento psiquiátrico, el enfermo deambulaba, en unos casos, de un sitio para otro sin rumbo fijo, hasta que su comportamiento causaba sospechas y era retenido y conducido nuevamente a su hospital de origen; o bien en otros, acudía directamente a su domicilio familiar. Cuando ocurría esta última circunstancia, la sorpresa era mayúscula, y la espontánea reacción del cónyugue era equiparable a quien se le presenta inesperadamente un muerto "resucitado". Chillidos desmesurados y gritos en demanda de auxilio acostumbraban a ser la reacción ante aquella espontánea e inesperada presencia, que otrora fuera la persona más querida, pero que ahora, falta de razón, era rechazada y temida.

Un suelto, publicado en "La Vanguardia" de Barcelona, pocos días antes de la Navidad de 1932, es un buen ejemplo de ello. Lo transcribo literalmente.

"Toribio Pueyo, de 49 años, casado, se fugó del manicomio de San Baudilio de Llobregat, se presentó en su domicilio de la calle Jaime Giralt, donde encontró a su esposa, la cual atemorizada por la presencia de aquel, dió voces en demanda de auxilio.

Acudieron algunos vecinos y unos guardias que se hicieron cargo del alienado, conduciéndole en un taxi al referido establecimiento benéfico" (1)

(1) "La Vanguardia", jueves, 15 de diciembre de 1932. Página 11

viernes, 22 de julio de 2011

MILITAR DEMENTE FUGADO DEL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, ENCONTRADO EN VILLAJOYOSA (ALICANTE). (SETIEMBRE DE 1912)

En la línea de engrandecimiento del Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, el Dr. Antonio Pujadas y Mayans ofreció su establecimiento al Gobierno de la nación para que pudieran ingresar los militares dementes. Se aceptó el ofrecimiento y se autorizó por R.O. de 13 de febrero de 1859, abonando el Estado seis reales de vellón por los oficiales, y cinco reales de vellón para los indivíduos de tropa.

Las fugas de las personas asiladas en estas instituciones psiquiátricas, han sido frecuentes y habitualmente recogidas por los periódicos de la época. En este mismo blog he publicado un variado abanico de estas situaciones en sus respectivos posts, que generalmente concluyen con la localización de la persona fugada y su retorno al recinto manicomial.

Toda persona, cuando se halla recluída, tiende a esperar su momento para intentar la fuga. Y los militares no fueron una excepción. Véase el caso de un marinero, fugado de la clínica militar de dementes y encontrado en Villajoyosa (Alicante), de la que se hizo eco el matutino barcelonés "La Vanguardia", en setiembre de 1912, en estos términos:

"VIDA MARÍTIMA

NOTICIAS

Ha llegado el primer practicante de la armada, don José Jumilla Sánchez, presentando á la autoridad de marina al marino de segunda Jaime Sellés Soriano, que se hallaba recluído como demente en el manicomio de San Baudilio, de donde se escapó, siendo encontrado en Villajoyosa.

Ha vuelto a ingresar en dicho establecimiento." (1)

(1) "La Vanguardia", Viernes, 20 de setiembre de 1912. Página 11

martes, 19 de julio de 2011

HA FALLECIDO CARLOS SENTÍS, QUE SIENDO DIRECTOR DE "TELE/EXPRES",PUBLICÓ EN PORTADA UN ARTÍCULO SOBRE EL ENFERMO MENTAL (ENERO 1967)

Don Carles Sentís i Anfruns.

Portada de "Tele/eXpres", en su edición del lunes, 16 de enero de 1967, con el artículo de Carles Sentís "EL ENFERMO MENTAL, NUESTRO HERMANO".

El periodista catalán Carles Sentís i Anfruns, ha fallecido este martes, en Barcelona, a los 99 años de edad. El próximo 9 de diciembre hubiera cumplido un siglo de vida. (1)


Personalmente siempre he tenido una especial estima y simpatía hacia Carles Sentís, por su decidida implicación en los problemas de la asistencia psiquiátrica y de los enfermos mentales, que puso de manifiesto tan pronto le fue posible conocerlos al poderse acceder, a nivel informativo, en el interior del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, para la realización de los primeros reportages sobre la situación de las personas asiladas, una vez superadas las dificultades de los primeros intentos. (Ver http://jovencam.blogspot.com/2010/05/en-el-ano-1965-era-todavia-tabu.html ).


PUBLICÓ UN ARTÍCULO EN PORTADA DE "Tele/eXpres".


En su condición de director del vespertino barcelonés "Tele/eXpres" publicó, en enero de 1967, un artículo en portada titulado "El enfermo mental, nuestro hermano", al tiempo que favoreció que este periódico dedicara destacados espacios informativos de los acontecimientos que se celebraban en las instituciones psiquiátricas de Sant Boi de Llobregat, y de los que puntualmente remitía, en mi doble condición de corresponsal del citado periódico y de vocal de Prensa y Propaganda del Patronato Local Pro Rehabilitación Social del Enfermo Mental, sin descuidar los frecuentes reportages que puntualmente efectuaban otros periodistas del mismo rotativo.


(1) Carles Sentís i Anfrus nació en Barcelona el 9 de diciembre de 1911. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona y completó sus estudios en la Sorbona, de París, donde se trasladó al estallar la Guerra Civil en España. Destacó tanto en el plano periodístico como en el político, y fue una de las personas encargadas de gestionar el retorno del presidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Tarradellas, y de acompañarlo desde París a las primeras entrevistas con el presidente del Gobierno Adolfo Suárez y el Rey Juan Carlos I, a la muerte del general Franco. Como periodista colaboró en varios periódicos y revistas, estando al frente de varios medios de comunicación, como director de la agencia Efe, Radio Barcelona y Tele/eXpres, del que fue fundador. Recibió a lo largo de su vida distintos premios y distinciones, entre ellas la Creu de Sant Jordi, de la Generalitat de Catalunya, en 1986.






lunes, 18 de julio de 2011

YA NO EXISTE EL MURO DEL PARC SANITARI SANT JOAN DE DÉU, DE SANT BOI DE LLOBREGAT



Tal y como hemos ido informando en anteriores posts de este blog, el 18 de junio pasado se inició el derribo del muro que, a lo largo de 110 años de historia, ha separado a las personas asiladas en el antiguo manicomio de Sant Boi de Llobregat del resto de la población, en un tramo de la calle del Dr. Antoni Pujadas lindando con la carretera de Sant Vicenç dels Horts (BV-2002)


En las imágenes que ilustran estas líneas se puede observar la existencia del muro, el día en que los pacientes se convirtieron en grafiteros por unas horas, decorándolo con sus pinturas en las jornadas previas a su demolición, y el estado actual de los trabajos, una vez derruído. Ha desaparecido el grueso y alto muro de cemento para dar paso a una bella y bucólica imagen de arbolado y vegetación, que próximamente se adecuará para facilitar el libre acceso de la ciudadanía al Parc Sanitari Sant Joan de Déu.

lunes, 4 de julio de 2011

HOMENAJE AL DR. ANTONIO PUJADAS Y MAYANS, FUNDADOR DEL INSTITUTO MANICÓMICO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, EN EL CENTENARIO DE SU MUERTE ( ABRIL 1981)

Cementerio Municipal de Sant Boi de Llobregat. Lápida que cubría el nicho de dos bocas donde descansaron los restos mortales del Dr. Antonio Pujadas y Mayans desde el día 29 de abril de 1881 hasta el día 2 de junio de 1997.

Monumento al Dr. Antonio Pujadas y Mayans, en los jardines del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat.

Con motivo de cumplirse, el 28 de abril de 1981 el primer centenario del fallecimiento del Dr. Antonio Pujadas y Mayans, fundador, propietario y director del Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, la Dirección de las dos instituciones, Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de los Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios y el Instituto Psiquiátrico Femenino, de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias el Sagrado Corazón de Jesús, le rindieron un emotivo homenaje con asistencia de las primeras autoridades civiles y militares del municipio, consistente con una eucaristía concelebrada, presidida por el Hermano Provincial Gabino Gorostieta; la inauguración de un monumento dedicado al Dr. Pujadas, en los jardines del sanatorio psiquiátrico, realizado íntegramente por los enfermos de aquella institución; la entrega de una vistosa placa de mármol, para adornar el nicho de dos bocas donde descansan sus restos mortales, en el cementerio municipal de Sant Boi de Llobregat(1) y un acto académico donde se pronunciaron dos conferencias, la primera de ellas sobre el Padre Benito Menni, a cargo del Hermano Pascual Piles y la segunda, sobre el Dr. Antonio Pujadas y Mayans, a cargo del Dr. Tomás Arranz. (2)

(1) Con fecha 3 de junio de 1997 se trasladaron los restos del Dr. Antonio Pujadas y Mayans del Cementerio Municipal de Sant Boi de Llobregat, a la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, de la institución "Benito Menni, Centre Assistencial en Salut Mental", de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, en Sant Boi de Llobregat.

(2) "Información y Noticias". Hermanos de San Juan de Dios. Año X. Núm. 69. Mayo - Junio 1981.

sábado, 2 de julio de 2011

PIDIENDO LIBROS PARA LA BIBLIOTECA DE LAS ENFERMAS DEL INSTITUTO PSIQUIÁTRICO PARA MUJERES, DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT (FEBRERO 1936)

Los hospitales psiquiátricos de Sant Boi de Llobregat disponen de unos interesantísimos fondos documentales en sus bibliotecas, que habitualmente están al servicio de los profesionales de estas instituciones por constituir valiosas herramientas de trabajo y de contenido didáctico, de estudio, histórico o de consulta, referido al inmenso ámbito que abarca la Psiquiatría desde las primeras noticias documentadas de que se dispone hasta nuestros días.

Las mujeres asiladas en el Instituto Psiquiátrico para Señoras, si bien ocupaban parte de sus horas en distintos quehaceres, de acuerdo con sus capacidades de trabajo y conocimientos, parece ser que algunas de ellas, encontraban a faltar la lectura, y esta necesidad encontró pronta respuesta al habilitarse, en una dependencia, un espacio para biblioteca exclusivamente destinada a las personas enfermas que desearan frecuentarla. Y dentro de las penurias económicas de aquella época, se adquirieron inicialmente un determinado número de libros a disposición de las enfermas.

Paralelamente, y para enriquecer el contenido de aquella biblioteca, se hizo una llamada a la ciudadanía, apelando a los sentimientos caritativos de quienes pudiéndose desprender de libros de lectura, quisieran contribuir con su donativo a dotar de un mayor número de libros a la biblioteca para las personas enfermas allí asiladas. El matutino barcelonés "La Vanguardia", en sus primeros días de febrero de 1936, se hacía eco de este llamamiento, publicando un suelto en estos términos:


"LIBROS PARA EL INSTITUTO PSIQUIÁTRICO PARA MUJERES

La Dirección del Instituto Psiquiátrico para mujeres de San Baudilio de Llobregat, se dirige a los sentimientos caritativos del público para rogar a cuantas personas puedan desprenderse de libros de lectura y deseen contribuir con su donativo al enriquecimiento de la biblioteca para distracción de las enfermas, se sirvan comunicarlo a dicho Establecimiento. Una tarjeta expresando la dirección y las obras cedidas bastará para que sean recogidas a domicilio. Son preferidas las obras de cultura general o de literatura descriptiva y narrativa de asuntos morales" (1)

Es de suponer que los habitantes del municipio contribuyeron espléndidamente a este llamamiento, y que no tardó la biblioteca de las personas enfermas a llenar los huecos de sus estanterías con libros cedidos de manera tan generosa como satisfactoria por la ciudadanía. Me temo, no obstante, que poco debió durar la alegría de quienes disfrutaban leyendo los contenidos de aquellos libros, al estallar, el 18 de julio de aquel fatídico año, la guerra civil española con todos los desgraciados sucesos que comportó para la población en general, pero de manera muy especial y extremadamente dramática para las desdichadas personas que en aquellos aciagados días, y a lo largo de toda la contienda, se encontraban recluídas en estos establecimientos psiquiátricos.

(1) "La Vanguardia", Domingo, 2 de febrero de 1936. Página 11.