En la línea de engrandecimiento del Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, el Dr. Antonio Pujadas y Mayans ofreció su establecimiento al Gobierno de la nación para que pudieran ingresar los militares dementes. Se aceptó el ofrecimiento y se autorizó por R.O. de 13 de febrero de 1859, abonando el Estado seis reales de vellón por los oficiales, y cinco reales de vellón para los indivíduos de tropa.
Las fugas de las personas asiladas en estas instituciones psiquiátricas, han sido frecuentes y habitualmente recogidas por los periódicos de la época. En este mismo blog he publicado un variado abanico de estas situaciones en sus respectivos posts, que generalmente concluyen con la localización de la persona fugada y su retorno al recinto manicomial.
Toda persona, cuando se halla recluída, tiende a esperar su momento para intentar la fuga. Y los militares no fueron una excepción. Véase el caso de un marinero, fugado de la clínica militar de dementes y encontrado en Villajoyosa (Alicante), de la que se hizo eco el matutino barcelonés "La Vanguardia", en setiembre de 1912, en estos términos:
"VIDA MARÍTIMA
NOTICIAS
Ha llegado el primer practicante de la armada, don José Jumilla Sánchez, presentando á la autoridad de marina al marino de segunda Jaime Sellés Soriano, que se hallaba recluído como demente en el manicomio de San Baudilio, de donde se escapó, siendo encontrado en Villajoyosa.
Ha vuelto a ingresar en dicho establecimiento." (1)
(1) "La Vanguardia", Viernes, 20 de setiembre de 1912. Página 11
No hay comentarios:
Publicar un comentario