jueves, 4 de abril de 2013

EL CADÁVER DE UN ENFERMO FUGADO DEL PSIQUIÁTRICO DE SANT BOI DE LLOBREGAT, APARECIÓ DÍAS DESPUÉS EN EL ALCANTARILLADO DEL RECINTO HOSPITALARIO. ( 23 DE MAYO DE 1990)

En este mismo blog he colgado varios posts    referidos a personas asiladas en los establecimientos psiquiátricos de Sant Boi de Llobregat que, a lo largo de su historia, consiguieron fugarse, pero que normalmente no tardaban en ser localizadas y conducidas nuevamente al recinto hospitalario.

Sin embargo, no todas las personas fugadas tuvieron la misma suerte. Alguna de ellas pagaron, con la muerte,  un alto tributo en su intento. Es el caso de uno de estos enfermos, cuyo cadáver apareció en la mañana del día 23 de mayo de 1990, y en avanzado estado de descomposición, en el interior de la red de alcantarillado de la institución  denominada, por aquel entonces Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat.

El cadáver llevaba puesto el pijama cuando fue localizado por el   personal de mantenimiento del propio centro,  cuando estaban procediendo a la limpieza del alcantarillado después de las fuertes lluvias caídas días antes en la zona.

Inmediatamente se dió aviso a la autoridad judicial, Policía Nacional y bomberos, procediéndose a rescatar el cuerpo del infortunado asilado para ser conducido al depósito municipal.

Según algunos medios de comunicación social, fuentes del hospital les informaron que seis meses antes se denunció la desaparición de dos pacientes, ambos varones de 30 y 35 años de edad respectivamente, sin que hasta aquel momento ni ellos ni las familias hubieran tenido conocimiento de su paradero, siendo probable que el cadáver encontrado pudiera corresponder a uno  de aquellos dos desaparecidos, habida cuenta de que ambos vestían pijama en el momento de su desaparición. No consideraban probable que el segundo desaparecido pudiera correr la misma suerte, puesto que su fuga no correspondía a las mismas fechas.

Las mismas fuentes señalaron que "el hombre encontrado ayer tuvo que caer fortuitamente por la apertura de una de las tapas de la cloaca o tuvo que abrirla para saltar, ya que éstas no tienen acceso directo, y que el agua debió arrastrarle, ya que el cadáver se encontró junto a la valla del hospital, donde confluye el colector del centro con el general del municipio" (1)

(1) El Periódico.  Jueves, 24 de mayo de 1990.