viernes, 27 de noviembre de 2020

LAS EVASIONES EN EL SANATORIO PSIQUIÁTRICO NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT, DE SANT BOI DE LLOBREGAT, EN LA DÉCADA DE LOS AÑOS SESENTA DEL SIGLO PASADO.



El muro del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat.

En la parte final de esta publicación, se incluye un reportaje gráfico del derribo de este muro, el sábado, 18 de junio de 2011, después de permanecer en pie ciento diez años.

Gabriel Alenyà i Serra me explica las evasiones que se producían en la década de los años sesenta del siglo pasado en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, y atendido su interés me autoriza a su divulgación.

"En las evasiones en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, cuando se utilizaba el argot "El alta del doctor Tapia. (Saltar la tapia), era la expresión usada entre los enfermos para referirse a la intención que tenían de evadirse. " Le he dicho al doctor que si él no me da el alta, me la dará el DOCTOR TAPIA".

En los años que estuve en el Sanatorio Psiquiátrico de Sant Boi, las fugas / evasiones de internos se daban con cierta frecuencia. El perfil de los evadidos solía ser de enfermos jóvenes diagnosticados como PSICÓPATAS.

Las tapias exteriores del Sanatorio, medían algo más de dos metros de altura en su parte exterior, pero en la parte interior, habían unos fosos de más de metro y medio de profundidad, lo cual suponía, desde el interior, una altura de más de tres metros y medio. Así y todo, los enfermos se las ingeniaban para evadirse.

Una fuga o evasión muy original fue cuando unos enfermos construyeron una escalera con unas cañas que cortaron de un cañaveral que existía adosado a las tapias del cementerio. Con estas cañas atadas construyeron los peldaños, todo atado con unas  cuerdas, que posiblemente habían encargado a un paciente que todas las mañanas salía para comprar periódicos y otros encargos.

Recuerdo que, por aquellas fechas, era obligatorio informar al Gobernador Civil de la provincia estas evasiones. Se hacía mediante unos partes impresos que existían a tal fin. En estos partes se tenía que informar, además, de los rasgos y datos personales del evadido, si era agresivo o peligroso.

Entre las notas que a manera de diario iba tomando por aquellos años, he encontrado que, el sábado 14 de agosto de 1965, llamaron al Sanatorio desde el cuartel de la guardia civil de Amposta, explicando que habían detenido a un evadido porque fue a comer a un restaurante y, a la hora de pagar la cuenta, dijo que no llevaba dinero porque se había escapado de Sant Boi, y que hacía unos días en que apenas comía.

Como yo tenía permiso de conducir, el Prior me encargó que fuera a buscarlo con una furgoneta Volkswagen que teníamos en el Sanatorio.

Al llegar al cuartel de la guardia civil, el sargento que me atendió se extrañó que yo fuera solo. Se trataba de un paciente pacífico y nada peligroso, al que yo conocía y él me conocía a mi. Lo tenían encerrado en un calabozo. Al verme dijo: Menos mal hermano que ha venido a buscarme, aquí me tienen encerrado como si fuera un bicho peligroso. Y con asombro de los guardias civiles subió pacíficamente a la furgoneta y nos despedimos rumbo a Sant Boi. Este enfermo se había evadido provisto de una azada , diciendo al portero que iba a trabajar a la huerta.

Aclararé que, casi al fondo del Sanatorio, junto al edificio que acogía al postulantado y el escolasticado, había una puerta que daba al camino que conducía al cementerio, por la cual salían los enfermos que iban a trabajar a la huerta situada a la otra parte el camino. También por esta puerta entraban y salían los vehículos".

REPORTAJE GRÁFICO DEL DERRIBO DEL MURO.

Después de 110 años de existencia, el sábado, 18 de julio de 2011, se procedió al derribo de aquel muro.

Véase en el fondo de la segunda y tercera fotografía, la valla de hierro que sustituye  al grueso muro derribado.

Iniciando el derribo del muro, en que participaron todos los asistentes que quisieron sumarse en  hacerlo.
(Foto: Joaquím Munté).

El Dr. Josep Ramos, director de Planificación del hospital, durante su intervención  en la introducción del acto.
 (Foto: Joaquim Munté)

Una máquina excavadora procedió finalmente a derribar la totalidad del muro.
 (Foto: Joaquín Munté).

lunes, 23 de noviembre de 2020

EL SANATORIO PSIQUIÁTRICO NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT, DE SANT BOI DE LLOBREGAT, DESDE SU INQUEBRANTABLE ACCESO A LAS PUERTAS ABIERTAS PARA TODOS.

A mediados de julio de 1965,  no era posible  acceder al interior del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat de Sant Boi de Llobregat. Era tabú comentar, en los medios de comunicación social, la situación en que se encontraban  las personas asiladas y recluidas en el interior  de aquellos  infranqueables muros.




La providencial llegada del Hno. Francisco Sola Pagola, como Superior de la Comunidad de Sant Boi de Llobregat, el día 4 de agosto de 1965, cambió por completo lo que era y lo que debía de ser la asistencia de las personas con enfermedad mental asiladas en aquel establecimiento. Permaneció en el cargo hasta el próximo Capítulo General, el 18 de julio de 1968.









La creación de Patronato Local para la Rehabilitación Social del Enfermo Mental, en el año 1967, fue una de las principales  realizaciones del Hno. Francisco Sola para  posibilitar las relaciones entre los enfermos mentales y la población de Sant Boi  de Llobregat, a través de los diferentes actos sociales, deportivos y recreativos que se celebraban en el interior del establecimiento psiquiátrico,   con armoniosa convivencia entre los enfermos mentales y la ciudadanía de Sant Boi de Llobregat. En la fotografía, siendo  el más joven del Patronato, tuve ocasión de efectuar una  buena labor como vocal de Prensa y Propaganda.

Junto a los primeros pabellones, a la entrada del establecimiento, se daba la cordial  bienvenida a todos los visitantes. Era una nueva versión de la naciente  psiquiatría social que el Hno. Francisco Sola  intentó  inculcar y divulgar en el transcurso  de su mandato.

domingo, 22 de noviembre de 2020

LA IMPRENTA DEL SANATORIO PSIQUIÁTRICO NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT, DE SANT BOI DE LLOBREGAT.


Asilados trabajando en la imprenta del establecimiento hospitalario. Fotografia propiedad de los Hermanos de San Juan de Dios, de la comunidad de Sant Boi y coloreada por el Arxiu Històric Municipal de Sant Boi de Llobregat.


Portada del Programa de Actos de la festividad de San Juan de Dios, del Manicomio de San Baudilio de Llobregat, correspondiente al año 1914. Véase en la parte inferior: " Imp. del Manicomio de S. Baudilio de Llobregat -- Barcelona".

Hace unos años, dediqué tiempo en intentar conocer la fecha exacta o muy aproximada en que se estableció, en aquel entonces denominado Manicomio de San Baudilio de Llobregat, el servicio de imprenta. Mis limitaciones en acceder a los archivos institucionales, no  posibilitó conocer aquellas fechas. No obstante, por otros conductos tuve ocasión de conocer documentaciones diversas, tales como folletos, invitaciones, comunicaciones, estampas religiosas, vida de San Juan de Dios, etc., y a pesar de que en algunos de ellos no indicaba la fecha de emisión, en otros sí que figuraba cuando vieron luz. A modo de ejemplo, sobre estas líneas he reproducido la portada del Programa de Actos de la festividad de San Juan de Dios, del año 1914, que pertenece a mi fondo documental.

Parece ser, por lo expresado en el párrafo anterior, que el servicio de imprenta se estableció en los primeros años del pasado siglo XX, formando parte de los servicios ocupacionales que constituían una terapia rehabilitadora para las personas enfermas, al igual que lo eran los talleres de carpintería, cerrajería y otros.

El servicio de imprenta desarrolló una faceta muy importante con la creación del Patronato Local Pro Rehabilitación Social del Enfermo Mental, en que se editaron, especialmente con motivo de las jornadas de convivencia de la festividad de San Juan de Dios, entre los años 1967 y 1969, cantidades importantes de carteles de tamaño superior, que se exponían en lugares visibles de los  establecimientos comerciales del municipio, anunciando los actos más importantes, así como otros folletos publicitarios que se entregaban a mano a la ciudadanía.

En estos últimos años, se editaban los calendarios de sobremesa de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

viernes, 20 de noviembre de 2020

IMÁGENES Y COMENTARIOS DEL MANICOMIO PARA MUJERES DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, CON RELACIÓN AL REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA " EL ESCÁNDALO", EL 25 DE FEBRERO DE 1926.


Fachada principal del Manicomio para Mujeres de Sant Boi de Llobregat.

En este establecimiento el periodista Antonio Amador, de la revista "El Escándalo" publicó el amplio reportaje de la visita efectuada a finales de febrero de 1926, y que los lectores interesados han tenido ocasión de conocer a través de las cinco entregas de aquel reportaje,  que he dado a conocer  en este, mi blog histórico. 

Complementando aquellos contenidos, referidos a la caótica situación en que se encontraba este hospital psiquiátrico, transcribimos lo que nos dice el doctor Tomás Arranz Muñecas, en su libro " Del internamiento a la psiquiatría comunitaria".

"En el primer tercio de siglo, se consolida la institución manicomial como tal y toda la asistencia al enfermo mental  pasa a depender de los manicomios.

El modelo manicomial alcanza su plenitud y, todavía,  perdurará hasta la década de los 50. Consecuencia de ello es el aumento progresivo e incesante de los ingresos y con ellos el correspondiente incremento de la población hospitalaria.

El internamiento indiscriminado de cualquier clase de paciente mental convierte a las instituciones manicomiales en verdaderos almacenes, donde la calidad asistencial era precaria, a pesar de los avances teóricos y prácticos que tienen lugar en las tres primeras décadas de este siglo.  (1). 



Patio del pabellón de enfermas tranquilas. Fotografía procedente del álbum del cincuentenario de la fundación de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Año 1931.

Nos explica en su reportaje  Antonio Amador: " En bancos de piedra y en el suelo están sentadas algunas mujeres. Con un poco de buena voluntad, puede uno hacerse la ilusión de que atraviesa un patio de vecindad, con la ventaja de que allí en el manicomio, nadie se ocupa de nadie, ni nada les importa nada."



Unas mujeres asiladas cuidan de la granja de gallinas, en la década de los años veinte del siglo pasado. Fotografía de la colección de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, y coloreada por el Arxiu Històric Municipal de Sant Boi de Llobregat.


Sigue en su reportaje Antonio Amador: " Proseguimos nuestra visita. Entramos en una sala inmensamente larga. Camas en uno y otro lado, limpias, muy limpias."


Continúa refiriendo Antonio Amador:" Las enfermas están divididas en grupos. Las monjas abren y cierran puertas y nos van enseñando habitaciones, salas, comedores, cocinas, la farmacia, el departamento de duchas y la iglesia".

Cuando Antonio Amador visitó la iglesia, estaba en obras, atendido que el cardenal arzobispo de Toledo, doctor Enrique Reig Casanovas,  llegó en la mañana del viernes, día 11 de diciembre de 1925 a Sant Boi de Llobregat, para asistir a la inauguración de la iglesia, debidamente restaurada, tal y como aparece en la fotografia, del manicomio de mujeres.

(1) Arranz Muñecas, Tomás . "Del internamiento a la psiquiatría comunitaria". Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Sant Boi de Llobregat. 1995 (Pág. 163,64)


jueves, 19 de noviembre de 2020

QUINTA Y ÚLTIMA ENTREGA. "EN EL MUNDO DE LAS LOCAS. UNAS HORAS EN EL MANICOMIO DE MUJERES DE SAN BAUDILIO".

Revista "EL ESCÁNDALO", que en su edición del día 25 de febrero de 1926 publicó, en su portada y un tercio de la siguiente página, el reportaje que les he hecho llegar en cinco entregas.

Continuación,  y última,  de las cuatro anteriores.

" LA MUJER QUE MUERE CADA NOCHE

-- ¡ Cómo está usted, doña Ana ! -- pregunta la superiora a una mujer alta, gruesa, entrada ya en años.-- ¿Está usted mejor?

-- Si, gracias. hoy estoy un poco más aliviada

-- Anímese, mujer, anímese. ¿Ha tocado el piano hoy?

-- No, hoy no, señora

-- Pues  hágalo

La enferma se sienta ante el piano. Sus dedos, largos, finos, que denotan un brillante pasado, acarician el marfil del teclado. Después va impulsando las teclas y por fin, con agilidad insospechada en persona que tiene un hablar lánguido como de cansancio, nos regala los oídos  con una improvisación musical

-- Esta mujer -- me dice la " hermana " -- hace  tres noches que está en periodo agónico

-- No lo parece

- No, claro. Es su manía. Se muere cada noche y sólo se tranquiliza por el día

-- Tiene aires de inteligente

-- Es persona educadísima e instruida. Muy pacífica y muy buena. Se hace querer por todas

-- A saber que tendrá -- digo

-- Está loca -- contesta la monja

-- Con los antecedentes que me da, ya lo supongo. Porque hay que suponer, "hermana",  que todas cuantas mujeres están aquí, son locas

-- No suponerlo, asegurarlo

-- Naturalmente. Hasta la ladrona de doce años que me enseñó antes y de las niñas imbéciles que vimos

La superiora me mira y sonríe

-- Si, señor, -- agrega

Proseguimos nuestra visita. Entramos en una sala inmensamente larga. Camas a uno y otro lado, limpias, muy limpias

-- ¿Cuántas enfermas hay ? -- preguntamos

-- Mil ciento setenta

-- ¿Hay más locas que locos?

-- En los manicomios de San Baudilio, si.

-- ¿Y cuántas " hermanas " ?

-- Noventa

-- ¿Sin sirvientas?

-- Nos lo hacemos todo nosotras

-- ¿No les ayuda ningún criado?

-- Aquí no hay criados

-- ¿Y si tienen necesidad de sujetar a enfermas víctimas de algún ataque?

-- Nosotras nos bastamos

-- Estoy por admirarlas

-- Tenemos mucho trabajo y sufrimos muchas veces las consecuencias de ataques agudos de locura

-- Pero recurrirán ustedes en ocasiones a la camisa de fuerza

-- Si, señor

-- Y atarán a las locas a las camas

-- También

-- Si, claro, la seguridad personal ante todo. Entre las mujeres, ¿Qué causa más estragos?.

-- El alcohol

-- ¿Y la cocaína y la morfina?

-- También causa víctimas, pero las alcohólicas, y me refiero a las enfermas de la casa, figuran en gran escala

-- ¿Tienen aisladas muchas histéricas?

-- Si. El histerismo es una verdadera epidemia.

Penetramos en el departamento de observación.
En las camas, algunas mujeres, dos de ellas jóvenes. Nos miran con curiosidad.

-- Aquella mujer rubia hace poco que entró, ¿verdad?

-- Si. Dos semanas. Está en observación. ¿La conoce usted? -- me pregunta la monja

-- No

-- ¿Cómo sabe que es un ingreso?

-- Por el tinte de sus cabellos

La monja ríe. Nos parece prudente dar por acabada la visita, y así se lo insinuamos a la superiora.

Antes de salir a la calle, pasamos por otra sala donde hay  una niña suavemente amarrada por un pie a la pata de un banco, y en una cuna una niña de nueve años, atacada de imbecilidad y raquitismo.

Hemos visto bastante, está herida nuestra retina por el espectáculo anterior, al que contemplamos y creemos haber recogido suficientes notas del manicomio de las mujeres, para dar a los lectores de EL ESCÁNDALO una impresión  de todo el horror y toda la miseria que encierran los manicomios de San Baudilio de Llobregat.

                                            ANTONIO AMADOR

ESTE NÚMERO HA PASADO
                          POR LA PREVIA
                                  CENSURA GUBERNATIVA "
                                                  
                                                  e

miércoles, 18 de noviembre de 2020

CUARTA ENTREGA : " EN EL MUNDO DE LAS LOCAS. UNAS HORAS EN EL MANICOMIO DE MUJERES DE SAN BAUDILIO".


Portada de la revista " EL ESCÁNDALO", donde se publica este reportaje, del año 1926.

Continuación de los tres anteriores.

" LA "LADRONA"

-- Sigamos -- nos invita la monja -- Poco pensaba usted -- me dice -- ver lo que ha visto.

-- En efecto. Nunca pude imaginar tan visión. He tenido que verlo para cerciorarme de todo el horror de un manicomio.

-- La gente no se lo imagina.

-- La gente -- contesto -- tiene una idea del manicomio completamente equivocada.

-- Si.

-- Pero equivocada en favor del manicomio, porque estoy seguro que no hay un sola persona que se imagine que criaturas de tan pocos años estén mezcladas entre tantas locas. Con toda seguridad que cuando yo diga que aquí hay niñas de cuatro años, las gentes quedarán sorprendidas.

Las monjas no contestan. Seguimos atravesando patios. Las locas nos contemplan con absoluta indiferencia.

Pasamos por un patio contiguo a otro y separado por una verja.

-- Aquí están las furiosas.

-- Una mujer furiosa debe ser inaguantable, pero una loca furiosa debe ser el Apocalipsis -- le digo riendo a la monja.

-- No puede usted imaginárselo. La locura de las mujeres es peor que la de los hombres.

-- Me lo figuro.

-- Si no temiera que su presencia-- porque aquí en el manicomio no entra ningún hombre, las exacerbara, entraríamos en el patio. Pero para tranquilidad mía como para seguridad de usted, las veremos desde una ventana.

-- Muchas gracias.

-- la hermana sonríe.

Subimos al departamento de preferencia y desde la ventana de uno de los dormitorios observamos a las locas. Una gritería infernal llega hasta nosotros.

-- ¿Qué pasa ? -- pregunto.

-- Mire usted aquel grupo.

Unas locas arrastraban a otra y entre las protestas de ésta y las risas de las demás  armaban una algarabia de todos los demonios.

-- ¿Pero que es eso?

-- Nada.

-- ¿Nada?

-- Juegan

-- Hombre, ¡ qué juegos más raros !

-- Así se divierten.

-- La que no puede divertirse es la "víctima"

-- También, también, porque quien arma esta guerra es ella.

Vemos de cara a la loca que arrastran.

-- Pero ¡ si es una niña !.

Si,  una niña. Tiene doce años.

-- ¿Y es loca ?

-- Si quiere que le diga la verdad no lo sé -- contesta la " hermana".

-- ¿Qué no sabe usted si está loca?. ¿Pues que hace aquí esta chica?. ¿Quién la ha traído?.

-- Lo único que sé es que aquí al manicomio  ha venido ya dos veces ...

-- ¡ Qué cosas más raras !.

-- y dicen que esta muchacha, en Barcelona, era ladrona. Creo que no pudiéndose hacer carrera de ella la traen aquí.

-- No está mal. Así es de la única manera que puede volverse loca.

-- Y como es tan joven, siempre tiene ganas de jugar. Pero crea usted que es muy mala, muy mala. Da mucha guerra, mucho trabajo.

-- Comprenda usted -- le quiero explicar a la "hermana"-- que si esta chica no está loca es fuerza que se altere su sistema nervioso al verse entre esas mujeres atacadas de locura furiosa.

-- ¡ Qué le vamos a hacer ! "  (Continuará)



martes, 17 de noviembre de 2020

TERCERA ENTREGA : " EN EL MUNDO DE LAS LOCAS. UNAS HORAS EN EL MANICOMIO DE MUJERES DE SAN BAUDILIO".

Portada de la revista semanal barcelonesa 
"EL ESCÁNDALO"  en su edición del día 
25 de febrero de 1926.

Continuación de los dos anteriores.

" LA BONDAD INFINITA DE DIOS

La distribución de departamentos en el manicomio de las mujeres es, con poca diferencia, como en el de los hombres.

Las enfermas están divididas en grupos. Las monjas abren y cierran puertas y nos van enseñando habitaciones, salas, comedores, cocinas, la farmacia, el departamento de duchas y la iglesia. Vemos las locas furiosas, las sucias, las epilépticas, las pacíficas, las que están en observación, las maniáticas... La que mató a su madre en un arranque de locura. Las que enloquecieron por abusar de la cocaína, de la morfina, del alcohol... Las locas hereditarias. Las locas por enfermedades venéreas.

--- Y eso "hermana" también?-- preguntamos señalando a un grupo de niñas de cuatro, cinco y siete años. ¿También "hermana" son locas estas criaturas?. ¿También están aquí entre locas?. ¿Tampoco ha tenido la vida misericordia para ellas?.

-- También, señor, también. Estas niñas pagan culpas de otros. Son idiotas esas niñas. Y mudas. No oyen. No saben nada ni nada comprenden.

-- ¡ Qué horror !

-- La mayoría de ellas son víctimas de la meningitis.

Llama a una niña que la pluma se resiste  a describir. Nos trae a la pequeña una loca. La niña ríe sin expresión ninguna. Nos tiende sus manos, la acaricia la monja y la niña se marcha. Camina a duras penas.

Esa niña hace poco que anda -- nos dice la monja --. Entró aquí que no se tendía en pie. Tiene siete años.

-- ¿Y no tienen familia, ni padre, ni madre, esas criaturas?. ¿No las visita nadie? -- preguntamos.

Las "hermanas" se encogen de hombros.

Es sorprendente el cariño con que las monjas tratan a esas niñas. Juegan con ellas, las besan con frecuencia, las enseñan a caminar, las sientan a su lado... Pero, señor -- pensamos --, ¿ es posible tanta impiedad entre la gente que no está ahí dentro?. ¿Es posible que las pobres locas nos den tales ejemplos de caridad y bondad?."   (Continuará)

NOTA: El personaje que ilustra esta portada, nada tiene que ver con el reportaje. En su pie figura: ENRIQUE BORRAS. Estupendo actor, genial comediante, al que se le puede perdonar que se retire de la escena porque ha prometido volver.

lunes, 16 de noviembre de 2020

SEGUNDA ENTREGA. "EN EL MUNDO DE LAS LOCAS. UNAS HORAS EN EL MANICOMIO DE MUJERES DE SAN BAUDILIO."

Portada de la revista "El Escándalo"

Continuación del anterior.

"LA MUJER QUE GRITA

La superiora de manicomio y la "hermana" que me recibiera antes, están ante mi. Repito a la primera mi propósito, y con una amabilidad exquisita se ofrece para acompañarme.

Como me ocurrió en el manicomio de los hombres, me hallé en el mundo de las locas sin darme cuenta.

En bancos de piedra y en el suelo están sentadas algunas mujeres. Con un poco de buena voluntad, puede uno hacerse la ilusión de que atraviesa un patio de vecindad. con la ventaja de que allí en el manicomio, nadie se ocupa de nadie, ni nada les importa nada.

Desde el centro del patio que cruzamos, una mujer, andaluza, con las mangas del vestido recogidas hasta el antebrazo, y puesta en jarras, va desafiando a unos enemigos imaginarios:-- Sois todas unas hijas de tal y de cual. Maldita sea... Me ensucio en vosotras y en la p...

La boca de aquella pobre loca era un volcán de injurias, un torrente de blasfemias, unas cataratas de insultos.

Las otras locas la oían como quien  oye llover, y las monjas no le hicieron caso. En el manicomio no se puede decir de una persona así, ¡ está loca! porque se supone que cuantas están allí han perdido la razón y que por eso mismo las encierran. Pero ¿ qué pueden pensar las pobres locas de la "mujer que grita?. ¿Pensarán si realmente está chiflada y no le hacen caso por ser loca?.¿O no le hacen caso por ser locas ellas también?.

"La mujer que grita", grita diariamente y siempre dice las mismas cosas. Pero las dice con mal genio, no me cabe la menor duda." (Continuará)


domingo, 15 de noviembre de 2020

EN EL MUNDO DE LAS LOCAS. UNAS HORAS EN EL MANICOMIO DE MUJERES DE SAN BAUDILIO. ( REVISTA "EL ESCÁNDALO"). PRIMERA ENTREGA.

Portada de la revista EL ESCÁNDALO. Año II, publicado en Barcelona el 25 de febrero de 1926. Número 19. Seminario que se publicaba  los jueves.

He tenido ocasión de conocer la revista que encabeza  estas líneas, y en su portada y un tercio  de la siguiente página, refiere unos contenidos bajo el título "EN EL MUNDO DE LAS LOCAS. UNAS HORAS EN EL MANICOMIO DE MUJERES DE SAN BAUDILIO".

Debido a su extensión, lo iré espaciando   a partir de este primer post del día de hoy,  y en los próximos cuatro días, completaré  su contenido. Copio textualmente:

" --pase, señor pase --me dice con empalagosa simpatía la "hermana" que me franquea la puerta del manicomio. -- Por aquí,  señor, haga el favor.

La "hermana" me entra en un saloncito arreglado con cierto gusto. ¡Al fin -- comento mentalmente -- cuidados de mujer!.

Expuse mis pretensiones con seca brevedad. Estaba dominado por la impresión de la visita que acababa de efectuar al manicomio de los hombres y esa impresión se tradujo en una alteración de mis nervios.

Mientras la monja, cruzados los brazos y las manos metidas dentro de las inmensas mangas de su hábito, baja la cabeza y con una beatífica sonrisa, se dirige en busca de la superiora para darle cuenta de mi petición de visitar la "Casa de Salud", me entrego a una serie de reflexiones y comentarios.

Parece extraño -- me digo -- que estas entradas de los manicomios engañen tanto  y que se disimulen tan perfectamente los horrores del interior de esas casas. Un hospital, una cárcel, un cementerio le dicen en seguida al visitante o al caminante que "aquello" es un hospital, una cárcel, o un cementerio. Los manicomios, exteriormente no dicen nada ni dejan adivinar nada.  Ninguna manifestación que descubriera que en el manicomio que ahora pretendemos reconocer  hay enfermos, llegaría  hasta el saloncito en que nos hallamos. El silencio es absoluto y los gritos quedarían ahogados entre aquellas barreras de piedra. Los locos están tan aislados del mundo, como los mismos muertos." ( Continuará)

sábado, 14 de noviembre de 2020

EL ESCOLASTICADO Y POSTULANTADO, EN LA FORMACIÓN DE LOS HERMANOS DE LA ORDEN HOSPITALARIA DE SAN JUAN DE DIOS, EN EL SANATORIO PSIQUIATRICO NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT , DE SANT BOI DE LLOBREGAT


 

Con la finalidad de ir aportando informaciones referidas a los hospitales psiquiátricos de Sant Boi de Llobregat, para facilitar el conocimiento más amplio de su historia, en esta ocasión me referiré a la función desempeñada para la formación  de jóvenes hospitalarios en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, en  el escolasticado y postulantado a partir del año 1934.


Inició esta etapa el Padre José de Calasanz Gorostieta, que en aquella época ya ejercía de maestro de neoprofesos en Santa Águeda (Guipúzcoa), desde donde se trasladó a Sant Boi de Llobregat para continuar en la formación de los jóvenes, que quedaron incardinados en la de Aragón.


No es posible recordar, por falta de datos, la identidad de los Hermanos llegados a Sant Boi de Llobregat antes del mes de septiembre de 1934, atendido que solamente, como punto de referencia, se conoce al Hermano José Laín.


En septiembre de aquel año llegaron los primeros neoprofesos de Calafell (Tarragona) de aquella nueva etapa. Están documentados los nombres de Agapito Las, el mexicano Irineo Torres, Antonio Barberá y Publio Fernández.


En marzo del siguiente año se incorporaron  Antonio Andión, Valentín Izco, Narciso Ancín , Graciano Martínez y Ángel María Ramírez. Más tarde se incorporaron  Francisco Gil, Avelino de Arenzana e Inocencio Nagore entre otros.


De los últimos en llegar fueron  Javier Ponsà,  que fue fusilado, como también lo fueron en  Valencia, Publio Fernández y Avelino de Arenzana, en los primeros días de la Guerra Civil española


En la segunda época, el Hermano Daniel Azcunce, superviviente de la matanza de Calafell fue el primer alumno de esta segunda época, que junto con el Hermano Valentín Izco esperaron la llegada de refuerzos de Calafell, que en mayo de 1941 abrieron definitivamente la nueva etapa.


Al iniciar el curso 1968 - 69, los alumnos del centro de Sant Boi de Llobregat, fueron trasladados al Instituto San José, en Carabanchel Alto, (Madrid)


EL POSTULANTADO


Paralelamente  al neoprofesorado primero, y escolasticado después, el dia 1 de mayo de 1939 se abrió el postulantado.


El primer grupo de candidatos que el día 2 de noviembre de 1939 desde Sant Boi de Llobregat se enviaron a Calafell, estaba formado por José Sanchón , Angel Ballesteros y Domingo Llopart, que se le añadieron dos más en los primeros meses de 1940, con Fabián de Álvaro, Javier Barasoain, Miguel Roca, José Monzó, José Nagore, Cruz González, Esteban Unzué entre otros.


MAESTROS DE FORMACIÓN


Los maestros que a lo largo de todo este tiempo han dirigido ambos centros son:


ESCOLASTICADO:

José de Calasanz Gorostieta, Valentín Izco, Angel María Ramírez, Fabián de Álvaro, Ricardo Botifoll, Juan Tarrés, Ciriaco Nuin, Francisco Sola, Jesús Garciandia, Alfonso Mendioroz.


POSTULANTADO:

Nicolás Lleal, Angel María Ramirez, Fabián de Álvaro, Onofre Pérez, Juan Torre, José Sanchón, Ramón Medina, Bernardo Castelar, Francisco Sola, Jaime Capdevila, Roberto Morales, Eduardo García, Antonio Farré.


PROCEDENCIA:

Extraído de unos apuntes históricos del Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat facilitados por el Hno. Angel Mª Ramírez Bayona a finales de 1968.

   









lunes, 9 de noviembre de 2020

UN EPISODIO DE LA ABERTURA MÁS LUMINOSA Y ALEGRE DEL MANCOMIO DE SANT BOI, PROTAGONIZADO POR UN GRUPO DE JÓVENES HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS, EXPLICADO POR EL HERMANO GABRIEL ALENYÀ I SERRA.


La imagen recoge un momento de la salida de los fieles de la Iglesia del Manicomio de Sant Boi de Llobregat, en un día festivo. Publicada el 17 de noviembre de 1945 en "Diario de Barcelona". (Fotografía García)


En términos generales, existía la convicción de que en los establecimientos psiquiátricos de los años sesenta del siglo pasado, para referirnos a una determinada época, las condiciones de vida de las personas asiladas se desenvolvía con una cierta monotonía y aburrimiento. Como había vociferado el Dr. Sabaté, harto de mis insistencias en que me comentara lo que suponía para los enfermos mentales la vida sanatorial, dijo :"El enfermo mental es una mercancía humana que recibe el alta en el cementerio", y que publicado en "Tele/eXpres", del que era corresponsal, generó un alud de correspondencia, dirigida a la sección de "Cartas al Director", en que la ciudadanía despertaba del letargo  y se preguntaba, angustiada, que era lo que en realidad ocurría detrás de los muros del manicomio.

De ahí que esta información  recibida del Hermano Gabriel Alenyà i Serra, me ha alegrado al conocer un episodio de aquella época, protagonizada por un grupo de jóvenes Hermanos de San Juan de Dios, del Manicomio de Sant Boi, que en su momento,  venía a suponer una grieta luminosa y alegre en el triste deambular de aquellos enfermos confinados en unos infranqueables muros que los mantenían alejados de la sociedad a la que pertenecían.

Con la debida autorización, paso seguidamente a transcribir literalmente el texto recibido:

"En Sant Boi coincidieron un grupo de hermanos jóvenes que vivían su vocación con alegría, y a nuestra manera de ser nos divertíamos inocentemente.

A uno de ellos se le ocurrió bautizar el Pabellón de San isidro como "Abadía de San Isidro Labrador", recordando la abadía cisterciense de "San Isidro de Dueñas", de Palencia.

Cuando me nombraron responsable de aquel pabellón y pasé a ser el "Hermano Encargado", me organizaron una toma de posesión solemne como "Abad Mitrado" de aquella "Abadía", avisando a un fotógrafo para que quedara constancia gráfica del acto. El báculo se improvisó con un trozo de ducha.

Fue un acto muy divertido. Algunos enfermos estaban convencidos de que me habían hecho obispo de verdad. Muchos de ellos me daban la enhorabuena. Escuché que un enfermo le decía a otros: " Yo ya sabía que el hermano Gabriel llegaría muy alto".

El fotógrafo a quien me he referido, era un enfermo que había sido fotógrafo profesional que, cuando enfermó de esquizofrenia paranoica y lo ingresaron en el Sanatorio, trasladó el laboratorio y lo instaló en el sótano de un pabellón, pasando a ser  el fotógrafo oficial del Sanatorio. Las fotografías que tengo de Sant Boi, están hechas por este fotógrafo".

En las fotografías puede observarse, en la oficina,  la plantilla completa de los que trabajaban  en la "Abadía de San Isidro Labrador", visitando a los enfermos en su cama, y otras, en todas ellas sosteniendo el báculo improvisado con un trozo de ducha.