domingo, 21 de febrero de 2010

INCAUTACIÓN DEL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT Y REDACCIÓN DE UN PROYECTO DE REGLAMENTO INTERIOR (AÑO 1936)


Cuando estalló la guerra civil española -- 18 de julio de 1936 -- el Dr. Belarmino Rodríguez Arias, director médico del Hospital Psiquiátrico de San Baudilio de Llobregat regentado por los Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios, lamentaba que la contienda fraticida "había supuesto la alteración de toda labor asistencial, puesto que la tragedia nos zarandeó "intramuros". El conglomerado de sirvientes -- psicópatas los más -- se incautó por la fuerza de los establecimientos. Un "comité revolucionario", en una entrevista que exigió de mi, notificó defender "sub conditione" la fe que les infundía mi suficiencia psiquiátrica y mi firmeza o estoicismo. Mira (1) y yo pudimos liberar del encierro perpetrado a ambas comunidades religiosas (2). No asesinaron a nadie. La Generalitat de Catalunya tomó de mano de sus servidores la pertenencia de los dos hospitales y confirmó los nombramientos de director. No rehuí el oficio. Pero el 30 de noviembre de 1936 abdiqué de mis funciones".
Unos días después de que se fueran las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, lo hicieron los Hermanos de San Juan de Dios, que atendían a los varones en el vecino establecimiento psiquiátrico (3), y una vez incautados ambos hospitales, se formó un "Comité de Control del Hospital Psiquiátrico de Vilaboi",(4) que redactó un proyecto de Reglamento, del que transcribimos algunos párrafos.
"El Comité de Control del Hospital Psiquiátrico de Vilaboi de Llobregat constituído sindicalmente por todos los trabajadores del establecimiento en Asamblea General celebrada el día 7 de diciembre de 1936, para dar carácter de derecho revolucionario al hecho de intervención consumado el día 26 de julio del mismo año, designó una ponencia que redactara un proyecto de reglamento interior para el mejor funcionamiento de los servicios de la casa.
... Precisamente porque estamos al frente del establecimiento psiquiátrico más importante de Cataluña, y uno de los más importantes de España, al iniciar obra de tal envergadura cual es la de estructurar el funcionamiento técnico y administrativo de una población manicomial, sabemos que en nosotros, en los trabajadores del Hospital de Vilaboi, están puestos los ojos de muchos grupos de compañeros que esperan conocer nuestra ruta social, para proseguirla; y es por eso que la Comisión Ejecutiva del Comité de Control ha creído conveniente hacer una declaración de principio substantivo, interpretando el sentido de los compañeros que le han concedido esta representación. Esta declaración es la siguiente:
El deber revolucionario tiene, para quienes vivimos el instante español, un sentido constructivo; un espíritu de dignificación humana, que acuse las potencias y reservas morales y mentales del indivíduo. Por encima de cualquier otra consideración, el cumplimiento estricto, pero no rutinario ni desganado, del deber, ha de ser un imperativo categórico de conciencia. Hoy, después del 19 de julio, no basta "coger" un jornal; es preciso merecerlo, y para ello el hombre ha de sentir en su espíritu el ansia de superación colectiva. Este es el sentido ácrata del pueblo español, y es, por tanto, el del personal del Hospital Psiquiátrico de Vilaboi de Llobregat.
La Comisión Ejecutiva del Comité de Control.
Carlos Alonso Álvarez, Enrique Irazoqui Villalonga, Carlos Vilarodona, Joaquín Murga, Antonio Pla" (5)
Sin embargo, estas "buenas intenciones" quedarían a la práctica, en nada. Camiones que los milicianos habían requisado a sus legítimos propietarios, llegaban a los establecimientos psiquiátricos procedentes de Barcelona, repletos, en sus cajas abiertas, de mujeres de los bajos fondos de aquella ciudad, y se apoderaban de objetos, utensilios, ropas y todo cuanto les apeteciera. El saqueo dejaría totalmente desmantelados los dos hospitales. La carencia de alimentos y vitaminas propiciaban un vertiginoso aumento de mortalidad entre los enfermos y enfermas de aquellos hospitales, siendo las causas más frecuentes, la desnutrición, las diarreas y la pelagra.
(1) El Dr. Emilio Mira y López era, en aquel momento, el director médico del Manicomio de Señoras de San Baudilio de Llobregat.
(2) Las dos comunidades religiosas eran, los Hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Manicomio de Hombres) y la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús (Manicomio de Señoras)
(3) 26 de julio de 1936.
(4) En el transcurso de la Guerra Civil española, en el bando republicano se suprimieron los topónimos de los municipios que tenían nombre de santo o santa. En el caso de San Baudilio de Llobregat, pasó a denominarse Vilaboi. Atesa la mancança de moneda fraccionària, els Ajuntaments van emètre moneda de curs legal. ( Retol de "Requisat" i monedes de paper de l'Ajuntament de Vilaboi, pertanyen a la colecció privada de l'autor d'aquest post.)
(5)Torre, José Antonio, O.H. "Historia del Centenario Sant Joan de Déu. serveis de Salut Mental (1895 - 1995 ), en "Información y Noticias", separata revista núm. 138. Sant Boi de Llobreat. 1995

domingo, 14 de febrero de 2010

FALLIDO INTENTO DEL DR. PUJADAS DE DAR ENTRADA A RELIGIOSAS PARA ATENDER A LAS ENFERMAS DEL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT (AÑO 1855)

Llevaba oficialmente inaugurado diecisiete meses el Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, cuando su fundador, propietario y director, Dr. Antonio Pujadas y Mayans, consideró conveniente que las mujeres asiladas en su establecimiento, fueran atendidas por religiosas, para hacer efectiva una separación de sexos en su labor asistencial (1)
Para ello, en el mes de noviembre de 1855 contactó con las religiosas de la Purísima Concepción, efectuando diversas gestiones que se prolongarían durante el siguiente año, interviniendo también el obispado de Barcelona, que envió a varios sacerdotes a inspeccionar el manicomio.
La función que el Dr. Pujadas había previsto asignar a las religiosas, era la supervisión del tratamiento de las mujeres asiladas; el lavado de la ropa y del planchado, contando con la ayuda de criadas para estos menesteres.
De esta manera, la separación de sexos entre la población enferma sería total, para evitar posibles agresiones de algún maníaco sexual a las mujeres, puesto que tendrían celdas aisladas, cocina propia e incluso una franja horaria para las comunicaciones.
En una carta fechada el 30 de marzo de 1856, el Dr. Pujadas manifiesta que en aquellos momentos tiene 96 enfermos ingresados, pero que su establecimiento puede acoger hasta los doscientos.
La Superiora de aquella congregación religiosa, Sor Alfonsa Cavin, dirigió una carta al obispado de Barcelona, con fecha 26 de mayo de 1856 en la que se mostraba favorable en aceptar el ofrecimiento del Dr. Pujadas, y a pesar de reconocer que no disponía de suficientes hermanas, se comprometía a conseguirlas.(2)
Los informes emitidos por los sacerdotes enviados por el obispado de Barcelona fueron todos ellos favorables a la presencia de las religiosas a excepción del de mosén Marcos Castañé, que con fecha 30 de mayo de 1856 dramatizaba su opinión manifestando que tendría fatales consecuencias para las religiosas. (3)
Finalmente, poco después, el 14 de junio de 1856, la Superiora, Sor Alfonsa Cavin se pronunciaba definitivamente, alegando que no le era posible satisfacer la demanda del Dr. Antonio Pujadas.
Ausín Hervella, J.L. "Antoni Pujadas, metge i polític del segle XIX". Barcelona. 2000
(1) "Diario de Barcelona",22 de novembre de 1855, pág. 9.298
(2) Archivo Diocesano de Barcelona
(3) "Ibid"

lunes, 8 de febrero de 2010

EN LA SACRISTÍA DE LA IGLESIA DEL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, HABÍA UN CONFESIONARIO PARA SORDOS ( AÑO 1921)


En los Puntos relativos al elenco número 11 de la Iglesia del Manicomio de Señoras de San Baudilio de Llobregat , fechado el día 21 de febrero de 1921, y que firma el Capellán de aquel establecimiento psiquiátrico, D. Ramón Roma y Terradellas, presbítero, recoge en uno de sus puntos -- concretamente el XIV --referido a CONFESIONARIOS, lo siguiente:

"Hay dos confesionarios, en sitio manifiesto, bien dispuestos, limpios, con ventanillas laterales y éstas con rejillas clavadas, de agujeros pequeños y un velo interior que las cubre. No se cierran con llave. El confesor observa con su hábito lo prescrito en el Ritual Romano. Hay un confesionario en la sacristía para sordos" (1)

Es decir, que para asegurar la intimidad y el secreto de confesión de las personas asistidas en aquel hospital, y que a la enfermedad mental que padecían, pudieran también tener asociados déficits auditivos, se les oía en confesión en el interior de la sacristía, y con la puerta cerrada, permitía al confesor elevar el tono de voz para que resultara entendedora para la persona que acudía a confesar, atendido que en aquella época no existían los aparatos auditivos que permiten actualmente, a las personas con sordera, entender una conversación sin necesidad de elevar en demasía el volumen de voz.

Obviamente nos resulta difícil, atendidas las limitaciones de acceso a determinadas fuentes institucionales de consulta y archivo, conocer con exactitud cuando se instaló este confesionario en la sacristía, y quién fue la persona que así, tan acertadamente, lo dispuso.

Conocidas las mucha citas documentadas de que se disponen del Padre Benito Menni,referidas a la estricta y fiel observancia, en la exigencia de los más mínimos detalles, en todo aquello que pudiera contribuir a garantizar el respeto de los derechos y la dignidad de las personas enfermas asistidas en las instituciones de su directa responsabilidad, apostaríamos, de manera abierta y decidida, con seguridad de acertar, que fue una de sus muchas iniciativas ordenar, que uno de los dos confesionarios de que se disponía, estuviera en la sacristía, precisamente para atender las necesidades, en materia de confesión, de las personas con sordera.

(1) Archivo Diocesano de Barcelona.

miércoles, 3 de febrero de 2010

FUGAS DEL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO DE LLOBREGAT, INFORMADAS POR LOS PERIÓDICOS (1907 - 1926)

Cuando una persona ingresaba en el manicomio de San Baudilio de Llobregat, o en cualquier otro establecimiento psiquiátrico, se las ingeniaba, desde el primer momento, para conseguir escapar a la primera ocasión que le resultara propicia. De ahí que, a pesar de las medidas que se adoptaban para evitarlo, en todas las épocas hubieron fugas, en mayor o menor número, en función de los diferentes factores o circunstancias que lo posibilitaran.
Consultando la hemeroteca del periódico "La Vanguardia", hemos encontrado cinco referencias documentadas de fugas, producidas entre los años 1907 y 1926, y que ciertamente representan un porcentaje muy reducido de las habidas realmente en el transcurso de estos diecinueve años.
Así, informando de los servicios prestados por los Mozos de Escuadra, se dice que " ... los de Rocafort detuvieron en Navarcles á un alienado que se fugó del manicomio de San Baudilio, restituyéndole á este establecimiento" (Edición del domingo, 25 de agosto de 1907, pág. 2)
Otra gacetilla explica que " El doctor don Norberto Llinás, médico del manicomio de San Baudilio de Llobregat, encontró sentado en un banco del Paseo de Gracia (de Barcelona) al demente de aquella casa de salud Juan Coll Roca, que se escapó valiéndose de una escalera de mano de unos albañiles. El infeliz demente pudo ser de nuevo trasladado al manicomio". (Edición del sábado, 6 de junio de 1908, pág. 3)
Una noticia, fechada en Badalona, el 11 de abril de 1912, refiere que " Las gestiones practicadas por esta inspección de vigilancia para la identificación del cadáver hallado en el sitio conocido por "Torrent d'en Grau" han dado por resultado la identificación de la persona de Félix Vergés Ulcet, fugado del manicomio de San Baudilio de Llobregat el día 6 de diciembre último, según manifestación categórica del administrador principal de loterías de Barcelona, señor Vives, que al serle presentada la fotografía del cadáver la reconoció en el acto y se dió cuenta al juzgado". (Edición del sábado, 13 de abril de 1912, pág. 11)
En otro espacio informando de los servicios prestados por los Mozos de Escuadra, se dice que " Los de Cornellá detuvieron á una mujer demente que se había fugado del manicomio de San Baudilio de Llobregat" (Edición del martes, 14 de noviembre de 1916, pág. 14)
Y finalmente, se publica una noticia que explica que "Por la Guardia Civil de la Seo de Urgel se está procediendo a la busca y captura de un indivíduo llamado José Torrents Esplandiu,fugado del manicomio de San Baudilio de Llobregat. Dicho indivíduo se presentó en la borda de Miguel, sita en término municipal de Castellciutat, habitada por Juan Isern y su familia, preguntando por un cuñado de éste y al contestarle que ingoraban dónde se encontraba les agredió a tiros sin que, afortunadamente, les causara daño alguno, dándose a la fuga." (Edición del domingo, 29 de agosto de 1926, pág. 17)