He constatado que a principios del siglo pasado, y así lo he publicado en varios posts de este mismo blog, eran frecuentes las intervenciones habidas en los plenos de la Diputación de Barcelona, enfrentándose con frecuencia los diputados de distintas tendencias, en los debates de asuntos relacionados con el Manicomio de San Baudilio de Llobregat.
En consecuencia, no eran de extrañar las intervenciones del Gobernador Civil y de la Junta de Sanidad, deseosos de que aquella institución funcionara correctamente en beneficio de los enfermos asilados, habida cuenta del prestigio que tenía dentro y fuera de España.
En un suelto publicado por el matutino barcelonés "La Vanguardia", he encontrado una de estas noticias, a finales de agosto de 1902.
"El médico director del manicomio de San Baudilio de Llobregat ha manifestado al gobernador civil que, cumpliendo sus órdenes, y lo dispuesto por la Junta de Sanidad, han sido nombrados tres médicos más como auxiliares de los otros tres de dicho establecimiento.
Los nuevamente nombrados son los doctores Llinás, Cunill y Net.
Sobre la denuncia que publicó un periódico relativa á haber sido maltratado un enfermo, dicho director ha asegurado que sólo puede referirse á un criado que abofeteó á un demente y fue por esa razón despedido de la casa.
También según dicho doctor, ha sido reglamentado el trabajo de los alienados.
El señor Manzano piensa exigir que se aumente en calidad y cantidad la ración de comida que se da á los asilados en el manicomio" (1)
(1) "La Vanguardia". Martes, 26 de agosto de 1902. Página 2.
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