jueves, 17 de julio de 2014

LA AUDIENCIA LO DECLARÓ EXENTO DE RESPONSABILIDAD CRIMINAL Y DISPUSO SU RECLUSIÓN EN EL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO. ( AÑO 1902)


 Retrocediendo en el tiempo, resulta siendo a las 11:00 horas de la mañana del día 15 de julio de 1868, era puesto en capilla, en la cárcel de Barcelona, para ser ejecutado al día siguiente a la misma hora, el reo Pelegrín Enríquez, que había sido condenado a muerte por homicidio.

Resultando inútiles las gestiones emprendidas por personas influyentes para que el Gobierno le conmutase la pena, su abogado decidió, en última instancia, desplazarse al manicomio de Sant Boi de Llobregat para entrevistarse con el Dr. Antonio Pujadas y Mayans, que por la visita facultativa que le hizo al reo y por los antecedentes documentales que le fueron suministrados, de que padecía "una especie de imbecilidad antigua e incurable", se dirigió sin pérdida de tiempo al telégrafo, para enviar a la Reina Isabel II el siguiente telegrama: " Señora: Pelegrín Enríquez, que se halla en capilla y debe ser ajusticiado mañana, es mi opinión médica que jamás ha gozado de la integridad de sus facultades mentales, y en su vista suplico a S.M. que le conmute la pena. DR. ANTONIO PUJADAS".

Tres horas más tarde, le llegaba al Dr. Pujadas, también por conducto telegráfico, el indulto del reo.

Con posterioridad, psiquiatras y juristas tuvieron  ocasión de debatir largo y tendido con relación a la responsabilidad de las personas que cometen actos delictivos y que están con sus facultades mentales limitadas,  a la hora de dictar sentencia.

A principios del pasado siglo XX, encontramos un suelto en el periódico barcelonés "La Vanguardia" que informaba de una de estas situaciones.

"La Audiencia ha declarado exento de responsabilidad criminal á José Boneu Entenach, que el 28 de julio pasado mató á su esposa y causó heridas a su hijo, en la Regola, por resultar que el procesado obró en un acceso de enagenación mental, y ha dispuesto que sea recluído desde luego en el Manicomio de San Baudilio" (1)

(1) "La Vanguardia" Miércoles, 1 de octubre de 1902. Pág. 2

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