Ayuntamiento de Viladecans (Barcelona), a principios del siglo pasado. (Foto: Emilio Carreras)
Una curiosa gacetilla apareció publicada en el matutino barcelonés "La Vanguardia" en los primeros días de enero del año 1896, dando cuenta de una preocupante situación referida a la presencia de una persona que , al parecer, tenía perturbadas sus facultades mentales y deambulaba por las calles del municipio de Viladecans (1), que en aquellas fechas rebasaba justo los mil habitantes. En consecuencia, el alcalde Francisco Vendrell Borrull se apresuró a escribir al Gobernador Civil para saber que debía de hacer en aquellas circunstancias. Transcribo literalmente la gacetilla.
"En el Gobierno civil se ha recibido una comunicación del alcalde de Viladecáns, quien pregunta qué determinación debe tomar respecto á un demente que vaga por aquella población.
La contestación del Gobierno civil al alcalde ha sido la de que debe, de acuerdo con la familia del demente, instruir expediente para que dicho indivíduo ingrese en un manicomio, y se le participa á la vez al alcalde de Viladecáns que el 7 del actual se fugó del manicomio de San Baudilio el alienado Esteban Agels, por si fuera éste el que vaga por aquel pueblo y en tal caso conducirlo de nuevo á dicha casa de salud" (2)
(1) Municipio de la provincia de Barcelona, perteneciente a la comarca del Baix Llobregat , que linda con Sant Climent de Llobregat, Gavà, Sant Boi de Llobregat y el mar.
(2) "La Vanguardia", domingo, 12 de enero de 1896. Página 2
2 comentarios:
Siempre el miedo metido en el cuerpo cuando una persona tenía un comportamiento distinto a los demás
Era lo peor que le podía pasar a cualquier persona, porque si te encerraban en el manicomio ya no salías de allí con vida. Salías para ir al cementerio cuando te morías.
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