Acta fundacional y donación del Convento. (Archivo Parroquial . Parroquia de
Sant Baldiri. Sant Boi de Llobregat.)
Sant Baldiri. Sant Boi de Llobregat.)
Grabado publicado en la revista "Navidad", año 1941. Publicación de Acción Católica, de San Baudilio de Llobregat
La construcción del convento se realizó con una sobriedad franciscana, y si bien María de Cardona se preocupó de que nada faltara en la capilla, las celdas de los monges estaban formadas por unos pequeños cobertizos de cañas con el suelo de tierra.
El primer día de febrero de 1581 se autorizó la celebración de la Santa Misa, bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Visitación, siendo también conocido como convento de Santa Elisabet, puesto que el altar mayor estaba presidido por dos imágenes, la de la Virgen María y la de su prima, en el pasaje evangélico de la Visitación. Había también otros dos altares, uno dedicado a San Francisco y el otro a Santa Úrsula y las once mil vírgenes.
En esta primera época del convento, destacan la figura del Padre Prior Josep de Rocaberti y la de la señora María de Cardona, que velaba en todo momento por el convento y que pidió ser enterrada allí cuando falleciera.
Los restos de esta dama fueron trasladados a Barcelona cuando la comunidad de los Capuchinos abandonaron el convento en el año 1596 por motivos de insolubridad del recinto, en que enfermaron la mayoría de los frailes. En aquel mismo año, los objetos de culto furon inventariados y custodiados por el Padre Sancha de Borja, Provincial de los Padres Servitas, que se instalaron en el Convento de la Visitación procedentes de una comunidad que tenían en el municipio Molins de Rei, mientras que el Señor del Castillo de Sant Boi recuperó la propiedad, en virtud de la clásula de retracto que había acordado con los primeros moradores.
En el año 1609 encontramos una nueva donación de Joan de Cardona, actuando en su nombre Mn. Joan Bosch y Mn. Hieronim Bosch, ambos de Sant Boi de Llobregat, de la casa conocida actualmente como "Can Barraquer". Aceptó la donación el Prior de los Servitas, Padre Francisco López, acompañado del Provincial, Padre Emmanuel Suárez. Antes de esta fecha, el Convento ya estaba habitado por la comunidad de los Servitas, a pesar de que existen ciertas dudas si había también una comunidad femenina, puesto que existen documentos de donativos a favor de la abadesa del convento de Santa Elisabet.
Desde el año 1609 el convento lo ocuparon exclusivamente los Padres Servitas, que permanecieron por espacio de casi dos siglos y medio, es decir, desde 1596 a 1835.
A finales del siglo XVIII se construyó el camerino de Nuestra Señora de los Dolores instalándose el conjunto escultórico de la Piedad, de gran belleza artística. El convento estaba en contínua relación con la Parroquia de Sant Baldiri, actuando en los servicios religiosos o colaborando en las procesiones y en los entierros hasta el descalabro del año 1808, cuando las tropas francesas invadieron el municipio, saqueando y quemando la mayoría de las casas y también el convento. Está documentado que en el año 1819 todavía continuaban las obras de reparación de los destrozos causados por los diferentes ejércitos durante aquellos años, y no recuperados todavía de las calamidades, en el año 1822 la comunidad Servita tuvo que huir del convento a causa de la persecución religiosa de que fueron objeto, y no pudiendo regresar hasta dos años más tarde.
En 1835 la ley de desamortización de Mendizábal confiscó los bienes de los religiosos y supuso su desaparición . Los Servitas tuvieron que marcharse, en aquella ocasión de manera ya definitiva. El 30 de julio celebraron su última misa y seguidamente tapiaron las puertas del convento para protegerlo del vandalismo.
El convento quedó abandonado, hasta que en agosto del año 1853 el Dr. Antonio Pujadas y Mayans lo ocupó con un reducido número de enfermos mentales, procedentes del establecimiento de la calle de la Canuda, de Barcelona, donde habían sido expulsados por el Gobernador Civil, encontrando en aquellas ruínas cobijo gracias a la cesión de su propietario, el marqués de Santa Cruz de Vilosor. En muy poco tiempo reconstruyó aquellas ruinosas instalaciones, y el 6 de junio de 1854 inauguraba con toda brillatez el Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, del que fue fundador, propietario y director hasta su fallecimiento, el 28 de abril de 1881, y que catorce años más tarde, fue adquirido, a la Junta de Acreedores, por el Padre Benito Menni, que llegó con las primeras comunidades de Hermanos de San Juan de Dios y Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús el 25 de setiembre de 1895, para hacerse cargo de la asistencia de las enfermas y enfermos mentales asilados en aquel grandioso manicomio.
La iglesia de aquel primitivo convento puede admirarse, luciendo toda su grandiosidad y majestuosidad, en el recinto que ocupan las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús (actual Benito Menni, Complex Assistencial en Salut Mental).
FUENTES DE CONSULTA:
Celebración de la Misa, con asistentencia de enfermos.
Publicado en "La Razón de la Sinrazón", núm. 20. 15 de enero de 1880.
Antiguamente se conocía a la actual calle del Dr. Antoni Pujadas por "Carrer del Convent" (Calle del Convento), por existir un pequeño monasterio donde actualmente está la iglesia de la Visitación,en el Hospital Psiquiátrico de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazónde Jesús, de Sant Boi de Llobregat (Barcelona).
UN POCO DE HISTORIA
UN POCO DE HISTORIA
El 25 de marzo de 1580 se colocaba la primera piedra de la que tenía que ser una de las primeras casas en España de los franciscanos capuchinos, que encontraron en los señores del Castillo de Sant Boi, Joan de Cardona y su esposa María, a unos fervientes benefactores.
La construcción del convento se realizó con una sobriedad franciscana, y si bien María de Cardona se preocupó de que nada faltara en la capilla, las celdas de los monges estaban formadas por unos pequeños cobertizos de cañas con el suelo de tierra.
El primer día de febrero de 1581 se autorizó la celebración de la Santa Misa, bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Visitación, siendo también conocido como convento de Santa Elisabet, puesto que el altar mayor estaba presidido por dos imágenes, la de la Virgen María y la de su prima, en el pasaje evangélico de la Visitación. Había también otros dos altares, uno dedicado a San Francisco y el otro a Santa Úrsula y las once mil vírgenes.
En esta primera época del convento, destacan la figura del Padre Prior Josep de Rocaberti y la de la señora María de Cardona, que velaba en todo momento por el convento y que pidió ser enterrada allí cuando falleciera.
Los restos de esta dama fueron trasladados a Barcelona cuando la comunidad de los Capuchinos abandonaron el convento en el año 1596 por motivos de insolubridad del recinto, en que enfermaron la mayoría de los frailes. En aquel mismo año, los objetos de culto furon inventariados y custodiados por el Padre Sancha de Borja, Provincial de los Padres Servitas, que se instalaron en el Convento de la Visitación procedentes de una comunidad que tenían en el municipio Molins de Rei, mientras que el Señor del Castillo de Sant Boi recuperó la propiedad, en virtud de la clásula de retracto que había acordado con los primeros moradores.
En el año 1609 encontramos una nueva donación de Joan de Cardona, actuando en su nombre Mn. Joan Bosch y Mn. Hieronim Bosch, ambos de Sant Boi de Llobregat, de la casa conocida actualmente como "Can Barraquer". Aceptó la donación el Prior de los Servitas, Padre Francisco López, acompañado del Provincial, Padre Emmanuel Suárez. Antes de esta fecha, el Convento ya estaba habitado por la comunidad de los Servitas, a pesar de que existen ciertas dudas si había también una comunidad femenina, puesto que existen documentos de donativos a favor de la abadesa del convento de Santa Elisabet.
Desde el año 1609 el convento lo ocuparon exclusivamente los Padres Servitas, que permanecieron por espacio de casi dos siglos y medio, es decir, desde 1596 a 1835.
A finales del siglo XVIII se construyó el camerino de Nuestra Señora de los Dolores instalándose el conjunto escultórico de la Piedad, de gran belleza artística. El convento estaba en contínua relación con la Parroquia de Sant Baldiri, actuando en los servicios religiosos o colaborando en las procesiones y en los entierros hasta el descalabro del año 1808, cuando las tropas francesas invadieron el municipio, saqueando y quemando la mayoría de las casas y también el convento. Está documentado que en el año 1819 todavía continuaban las obras de reparación de los destrozos causados por los diferentes ejércitos durante aquellos años, y no recuperados todavía de las calamidades, en el año 1822 la comunidad Servita tuvo que huir del convento a causa de la persecución religiosa de que fueron objeto, y no pudiendo regresar hasta dos años más tarde.
En 1835 la ley de desamortización de Mendizábal confiscó los bienes de los religiosos y supuso su desaparición . Los Servitas tuvieron que marcharse, en aquella ocasión de manera ya definitiva. El 30 de julio celebraron su última misa y seguidamente tapiaron las puertas del convento para protegerlo del vandalismo.
El convento quedó abandonado, hasta que en agosto del año 1853 el Dr. Antonio Pujadas y Mayans lo ocupó con un reducido número de enfermos mentales, procedentes del establecimiento de la calle de la Canuda, de Barcelona, donde habían sido expulsados por el Gobernador Civil, encontrando en aquellas ruínas cobijo gracias a la cesión de su propietario, el marqués de Santa Cruz de Vilosor. En muy poco tiempo reconstruyó aquellas ruinosas instalaciones, y el 6 de junio de 1854 inauguraba con toda brillatez el Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, del que fue fundador, propietario y director hasta su fallecimiento, el 28 de abril de 1881, y que catorce años más tarde, fue adquirido, a la Junta de Acreedores, por el Padre Benito Menni, que llegó con las primeras comunidades de Hermanos de San Juan de Dios y Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús el 25 de setiembre de 1895, para hacerse cargo de la asistencia de las enfermas y enfermos mentales asilados en aquel grandioso manicomio.
La iglesia de aquel primitivo convento puede admirarse, luciendo toda su grandiosidad y majestuosidad, en el recinto que ocupan las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús (actual Benito Menni, Complex Assistencial en Salut Mental).
FUENTES DE CONSULTA:
El Convent de la Visitació. Parroquia de Sant Baldiri. Any 2001. Col.lecció Festa Major, núm. 6.
Arxiu Parroquia de Sant Baldiri. Sant Boi de Llobregat.
Carles Martí i Vila. Notes soltes.
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