En este blog hemos recogido algunos episodios protagonizados por personas con enfermedad mental, que en su día se habían fugado de los hospitales psiquiátricos de Sant Boi de Llobregat, donde estaban internados, y que hemos conocido a través de los medios de comunicación social.En la madrugada del lunes, 5 de agosto de 1935, un enfermo evadido del manicomio de San Baudilio de Llobregat tardó muy pocas horas en regresar de nuevo al establecimiento psiquiátrico, según se desprende de una nota de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona que publicó el matutino "La Vanguardia" (1), y que a continuación reproducimos.
"UN FUGITIVO DEL MANICOMIO SE PRESENTA EN LA JEFATURA DE POLICÍA.
En la madrugada de ayer se presentó en la inspección de guardia de la Jefatura de Policía un indivíduo que, diciéndose pariente de don Antonio Royo Villanova, solicitaba ver al jefe superior.
Como se le dijera que a aquellas altas horas de la madrugada el jefe estaba descansando, pidiéndole que expusiera su deseo para transmitírselo en caso de que fuese importante, manifestó que él era una gran personalidad y que no debía dar explicaciones a nadie.
Los funcionarios que estaban de guardia comprendieron enseguida que no se trataba de un indivíduo normal, por lo que se avisó al Manicomio de San Baudilio de Llobregat. Dichos funcionarios, para distraerle, le invitaron a tomar cerveza, y así esperó hasta que llegaron dos empleados del Manicomio, que se hicieron cargo de él".
(1) "La Vanguardia", martes, 6 de agosto de 1935. Página 7
1 comentario:
Este pobre hombre debió de llegar al manicomio de Sant Boi ebrio de beber cerveza, porque si lo estuvieron entreteniendo invitándolo a esta bebida hasta que llegaran a Barcelona los dos empleados del manicomio, ya lo podemos imaginar.
Podían haberle ofrecido unos bocadillos.
Publicar un comentario