El Dr. Antonio Pujadas y Mayans llegaba a San Baudilio de Llobregat (actual Sant Boi de Llobregat), el día 21 de agosto de 1853 acompañado de un grupo de 16 personas con enfermedad mental, que habían sido sido expulsados del establecimiento de la barcelonesa calle de la Canuda por orden del gobernador Civil, atendiendo las quejas del vecindario, molestos por los gritos que porferían aquellos pobres enfermos, y se instaló en las ruínas de un antiguo convento de Padres servitas.
Después de efectuar las reformas necesarias, sin desatender ni un solo momento a sus enfermos, y con el Reglamento aprobado por el mismo gobernador Civil, señor Ordóñez, el 6 de junio de 1854 inauguró, con toda solemnidad el "Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat".
El "Diario de Barcelona", en su edición del día 8 de junio de 1854, dedicó dos páginas enteras en reseñar con todo lujo de detalles aquella importante efeméride.
De la amplia crónica entresacamos que," ... a las nueve de la mañana se reunieron en las Casas Consistoriales los Excmos. Sres.Gobernador de la Provincia, general segundo cabo Marchesi, general Lasauca, una comisión del Excmo. Ayuntamiento presidida por el iltre. Sr. Alcalde Corregidor, el Ilmo. Sr. Rector de la Universidad, y comisiones de la Junta Superior de Sanidad, de la Diputación y Consejo Provincial, de la Academia de Medicina, del cuerpo de Sanidad militar y de otras corporaciones facultativas y científicas y varias personas distinguidas que emprendieron reunidas su viaje al lugar en que debía tener efecto la ceremonia, en el gran número de coches oportunamente dispuestos para este objeto" .
Continúa diciendo el relato que "Después de un breve rato de descanso en la sala de música, en la cual algunos de los enfermos tocaron el piano, empezó en el templo la función religiosa, con asistencia del alcalde y Ayuntamiento de San Baudilio y de muchas personas de la población.(...)La misa fue cantada y acompañada por la orquesta de la Escuela gratuita de Ciegos de esta capital..."
Hubo parlamentos y posteriormente "los concurrentes visitaron detenidamente todas las dependencias del edificio..." Más adelante prosigue: "El Sr. Pujadas obsequió a sus favorecedores con un espléndido banquete que tuvo lugar en una tienda de campaña levantada al efecto, y en los postres se pronunciaron numerosos brindis para la prosperidad y engrandecimieto del manicomio, y por el feliz éxito que ha tenido una empresa llevada a cabo a expensas de los recursos que ha sabido proporcionarse un simple particular".
Más adelante explica que "Eran las siete de la tarde cuando la concurrencia, sumamente complacida de las gratas impresiones que había recibido en tal agradable día, se retiraba de San Baudilio, después de haber visitado la hermosa quinta del Illtre. Sr. Conde de Fonollar", y atentos a lo que viene a continuación, que no tiene desperdicio: "Esta vez encontraron formado improvisadamente sobre el río un puente de carros para poder vadearlo. Por la mañana, los convidados tuvieron que pasarlo a hombros o en brazos de hombres dispuestos a este objeto, lo que no dejaba de presentar un espectáculo sumamente nuevo al paso que original: la barca aún no llegaba hasta el centro del cauce". Y seguidamente añade que "El Sr. Ordóñez fue el único que con la serenidad y arrojo de un experimentado jinete se atrevió a atravesar la corriente montando un brioso caballo de un guardia civil"
A modo de comentario, me imagino unos días antes del evento, al Dr. Pujadas reclutando fornidos payeses y corpulentos hombres de otras profesiones del municipio, ofreciéndoles una cantidad de dinero, para vadear el río Llobregat, desde la orilla de Cornellá a la de San Baudilio, con agua hasta la cintura y llevando en brazos o en hombros, según procediera en cada caso, a los ilustres visitantes venidos de Barcelona, ataviados con sus mejores vestimentas para asistir a tan espléndida e importante efeméride.
5 comentarios:
Això si qu era un transport públic! Je, je... Com sempre, les petites gran històries de Sant Boi són molt interessants; i si estan relacionades amb el nostres psiquiatrics, gràcies a la teva reserca, encara més. La història dels ponts i de com s'havia d'atravessar el riu Llobregat també donariem per escriure un llibre. Salutacions.
Nunca hasta ahora leyendo una cosa tan seria como es la historia, me había dado por reir tanto. Me refiero a esto de llevar en brazos a tan importantes autoridades para cruzar el río. ¡Vaya, como aquel que lleva en brazos a un recién nacido!, pero en este caso ya estaban bastante creciditos aquellos ilustres personajes.
Pues podían haber ido por el puente de Molins de Rei, aquel que construyó Carlos III y que se hundió en la riada de diciembre de 1971.
A Sant Boi, amic Xavier, i no només del manicomi, ¡ Hi han tantes i tantes coses i motius que donarien per escriure un llibre !. Però millor la "roba bruta rentar-la a casa".
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