En el siglo XIX se experimentó un notable auge de concurrencia a los balnearios. Era un fenómeno sociológico moderno ligado a factores diversos, como el desarrollo económico y científico de Europa, el auge de la burguesía y el desarrollo industrial.
Las aguas de los manantiales de La Puda de Montserrat, en término municipal de Esparreguera, de la provincia de Barcelona, empezaron a utilizarse con fines medicinales en el año 1818. Al hacerse cargo de la dirección facultativa del balneario el médico Antoni Coca y Rabassa, estableció relación con un sastre de Esparreguera, Salvador Garriga, y en 1829 decidieron construir, a ambas orillas del río Llobregat, dos edificios de baños. Iniciadas las obras y concluído el plazo de un año para su terminación , se les acabaron los recursos económicos que les impedía su continuación. En consecuencia Garriga se suicidó, en 1831, y su hermano se propuso continuar las obras, asociándose con Francesc Castells y Francesc Pedrosa. De esta manera pudieron terminar los dos edificios de baños, uno en cada orilla del río Llobregat, y en 1834 ya estaban en pleno funcionamiento.
Sin embargo, durante los años 1842 y 1843 unas grandes riadas del Llobregat, no solamente inundaron por completo los edificios, sino que los arrasaron por completo.
Bullían en la mente del Dr. Pujadas las más insospechadas y atrevidas concepciones, mezclándose siempre su vocación a la patología mental, y habiendo tenido ocasión de visitar los manantiales hidro-sulfurosos de La Puda, concebió el proyecto de fundar en aquel emplazamiento un balneario a la altura de los que había visto en el extrangero, y al mismo tiempo, anexo al mismo aunque con total independencia, un manicomio modélico.
Con esta idea, un año más tarde, el 18 de octubre de 1844, Antonio Pujadas y Mayans compró los restos de los dos edificios, los terrenos y las aguas a sus anteriores enfiteutas, Pau Garriga, Francesc Castells y Francesc Pedrosa, y al año siguiente constituyó una sociedad mercantil por acciones, la "Sociedad de Aguas de La Puda". Las acciones tenían un valor de 1500 y 2000 reales.
Esta sociedad tenía previsto construir un edificio nuevo en el margen izquierdo del río, aprovechando los restos del antiguo edificio. Anunciaba en el "Diario de Barcelona" la existencia de un almacén de aguas sulfurosas de La Puda, en Barcelona, calle Escudillers número 46, en el llamado Café de los amigos, al tiempo que también vendía agua embotellada en diversos establecimientos comerciales de Barcelona.
Por aquel entonces era médico del balneario el Dr. Arnús. La sociedad se había constituído con un capital de seis millones de reales, que mayoritariamente aportó Pedro Oliva, un acaudalado comerciante y cónsul general de Grecia. Se intentó colocar frente a ella, a una persona de conocida influencia y sólida situación económica y política, el Barón de Meer, que ejercía en aquel momento el cargo de Capitán General de Catalunya, que no aceptó. Este rechazo, sin embargo , no impidió que se constituyera la sociedad con la protección y valimiento del Ministro de la Gobernación, Javier de Burgos. El Dr. Pujadas viajó seguidamente a Madrid , y en menos de 48 horas logró colocar todas las acciones.
El prestigioso arquitecto J. Oriol y Bernadet realizó el proyecto del nuevo edificio, pero no lo terminó en su totalidad, ya que los socios no pagaban con puntualidad sus cuotas y esta circunstancia fue determinante para que la sociedad quabrara. En aquel momento, el Dr. Pujadas renunció a todos los cargos que la sociedad le había confiado y se propuso fundar un establecimiento por sí mismo y sin asociarse con nadie. Y fue así como iniciaría su etapa de alienista estableciéndose en una casa de la calle de la Canuda, número 31, esquina con la de Bertrallans, en Barcelona. Empezó como Casa de Baños , pero no tardó, en 1852 en compartirla también como Casa de Curación. En su fachada habían unos medallones con las inscripciones "Baños higiénicos", "Consultas", "Neothermas", "Casa de Salud" y "Hidropatía". Serían las quejas del vecindario , molestos por los gritos de los enfermos mentales que acogía, que obligaron al Gobernador Civil de Barcelona, Melchor Ordóñez, ordenarle que en el plazo improrrogable de 24 horas, trasladara a aquellos enfermos fuera de Barcelona. Era el 10 de agosto de 1853, y al día siguiente Pujadas y los 16 enfermos mentales, salieron con destino a San Baudilio de Llobregat (actual Sant Boi de Llobregat), para establecerse en las ruínas del antiguo convento de Servitas.
3 comentarios:
Una lástima que no pudiera realizar este proyecto. Sin duda alguna, ahora podríamos estar hablando de la Puda como un sanatorio moderno, y no de las ruinas que hay se encuentran.
Pero bueno, la historia es la historia, y si se hubiera realizado lo de la Puda, quizás no se habría venido a St. Boi
Un saludo
Si el Dr. Pujadas hubiera podido construir su manicomio modélico dentro del recinto del balneario de La Puda de Montserrat, ya no habría ido a la casa de la calle de la Canuda de Barcelona. Y si vino a Sant Boi de Llobregat fue precisamente porque de allí lo expulsó, junto a sus enfermos, el Gobernador Civil de Barcelona, y al tener que tomar una decisión con sólo 24 horas de plazo, fue cuando recordó la existencia del ruinoso edificio de los Padres Servitas, que lo habían abandonado a raíz de la Ley de Desamortización de los Bienes de la Iglesia, o Ley Mendizábal,promulgada en 1835, y allí se instaló, lo reformó y el 6 de junio de 1854 lo inauguró oficialmente.
He vist a la Xarxa aquest blog i m'ha cridat l'atenció perque fa ja uns anys vaig estar amb un grup d'amics i amigues a la Puda, i em va doldre veure l'estat de ruïna i deixadesa en que estava. Ja no es pot rehabilitar. Per tornar a funcionar es tindria que enderrocar tot i fer-lo de nou. Quina pena que es deixin perdre aquestes joies del nostre recent passat. Allà va estar-hi la reina Isabel II, mossèn Jacint Verdaguer i el bo i millor de la societat burgesa catalana i de fora de Catalunya.
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