sábado, 10 de febrero de 2024

EL PERIODISTA ANGEL MONTOTO FINGIÓ UNA ENFERMEDAD QUE LE PERMITIÓ INGRESAR EN EL MANICOMIO DE SANT BOI DE LLOBREGAT PARA ESCRIBIR UN REPORTAJE, Y LUEGO TUVO SERIAS DIFICULTADES PARA SALIR DE AQUEL ESTABLECIMIENTO.


 Acto de homenaje  a Ángel Montoto, en el Ateneo de Mahón, 
en mayo de 2015.

He seguido al aristócrata, escritor y actor José Luís de Vilallonga, que, en el transcurso de la Guerra Civil española, en su función de alférez del ejército faccioso, dejó escrito su testimonio  de la ocupación franquista de Sant Boi de Llobregat, el día 25 de enero de 1939:  " Los locos del manicomio andan sueltos y semidesnudos por los campos. Los legionarios del general Yagüe los cazan a tiros como si fueran conejos".

En un artículo referido a " La "Connexió" menorquina de Vilallonga," (1), explica textualmente "Una mañana vino a verme a mi casa, sin previo aviso, un tal Ángel Montoto, (2) un muchacho de no más de treinta años vestido con tejanos y camisa vaquera, una indumentaria que en París  todavía resultaba bastante inhabitual. Se presentó como periodista independiente. Más tarde pude comprobar que lo era realmente y además de los buenos. También pude comprobar  " no fui el único" que estaba loco. Loco como una cabra. En cierta ocasión le pidieron  un reportaje sobre el manicomio de Sant Boi, una lúgubre institución  sita al otro lado del río Llobregat. Como resultaba  difícil conseguir  permiso para que le dejaran pasar unos días en el interior del manicomio, Montoto, de acuerdo con su mujer y un médico amigo, se hizo ingresar en el psiquiátrico para que le pusieran bajo observación. Al cabo de una semana y tras haber hecho llegar a la redacción del periódico una serie de fotografías espeluznantes, Montoto  pretendió marcharse del manicomio tal y como había venido. Dos enfermeros lo detuvieron  en el momento que cruzaba el portalón de salida  y como se puso violento  lo encerraron en una celda  debidamente acolchada.  Su mujer  que lo esperaba  de vuelta en casa  aquella noche, al no verle llegar  alertó a unos amigos que la acompañaron hasta Sant Boi. Allí el director del manicomio fue tajante: "El señor  Montoto no está en condiciones de salir libremente de aquí porque, siento tener que decirle, señora, que el estado de su marido es bastante preocupante". "¿Me está usted diciendo que mi marido está loco?, preguntó la mujer , indignada. "Señora, aquí no usamos nunca esa palabra. Pero ya que me pregunta  le diré que el señor Montoto  no está en condiciones de  andar suelto por la calle". Costó Dios y ayuda , además de la intervención de gentes importantes, sacar a Montoto del manicomio de Sant Boi".

MENOS MAL QUE EN MI CASO NO CORRÍ EL MISMO RIESGO.

En mis colaboraciones con  el diario barcelonés  "Tele/eXpres", principios de julio del año 1965, había propuesto al director efectuar unos reportajes del manicomio de Sant Boi. Lo consideró una buena iniciativa. Cuando lo tenía coordinado con un fotógrafo del mismo diario, escribí una carta al Superior del referido manicomio, solicitando su autorización. La respuesta ya la conocen Vds. por haberla dado a conocer en otras ocasiones:
Está firmada por el Superior de la Comunidad de Hermanos de San Juan de Dios, Hno. Antonio Andión Andía.


(1)  dBalears, dia 3 de septiembre de 2007.
(2) Ángel Montoto Ferrer. Mahón 1948 - Barcelona 2015.
 

1 comentario:

Pepita dijo...

No cal anar tant lluny en el temps fa anys el meu cunyat i va anar a fer una feina de cerrageria i al sortir va dir obri la porta que ja surtu i no el deixavensurtir