Asilados del Hospital Psiquiátrico Ntra. Sra. de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat. Año 1968 (Foto: Joan Vendrell i Campmany)
Ordenando papeles,acabo de encontrar unas notas que en su día me hizo llegar G.S., un Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que estuvo algún tiempo en el Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, a principios de la década de los años 60 del siglo pasado. En ellas explica que, en el transcurso de su estancia, había escrito unas anotaciones, a modo de memoria, con un apartado dedicado a algunos "personajes" que en aquella época habían en aquel establecimiento. Y me transcribe una pequeña muestra de ello.
Por considerarlo de interés,procedo a su transcripción.
" PLATÓN
Este interno disponía de permiso, "pase", para salir todos los días del sanatorio. Era como "el mozo de los recados", y de este modo por las mañanas salía a comprar "La Vanguardia" y algún diario deportivo. De regreso al sanatorio se dedicada a " alquilar" los periódicos que había comprado, el precio podía ser 10 o 20 céntimos el cuarto de hora, y sus mejores clientes eran los militares.
Una anécdota sobre este tal Platón resulta que un día regresaba leyendo el diario por la calle, debía ser la calle del Doctor Antoni Pujadas, y se pegó con la frente a un árbol. Su reacción fue "apártate imbécil".
EL CURA DON ANTONIO
Era un sacerdote de Fustiniana, (Navarra), el mismo pueblo que el obispo de la Orden de San Juan de Dios, José Luís Redrado.
Este sacerdote, que sufría esquizofrenia, en ausencia del capellán del sanatorio algunos días celebraba la Misa por la comunidad, (cobrando siempre el estipendio como él decía (" Si tengo que celebrar sin cobrar, prefiero no celebrar"), pero un día dejó a unos cuantos Hermanos sin darles la Comunión, diciendo " para tí no hay", " para tí tampoco". Resulta que eran los Hermanos que le administraban los medicamentos o ayudaban al médico cuando le tenían que aplicar alguna sesión de electroshocks.
Este sacredote, cuando le apetecía, especialmente los domingos, se ponía la "librea", que era como él nombraba a la sotana.
EL VIAJERO
Este enfermo cogía su maleta todos los días y se despedía de todos. Se dirigía a la portería y allí permanecía toda la mañana sentado en un banco. Cuando se le preguntaba que hacía allí, respondía " Esperando a la familia".
Cuando llegaba la una del mediodía y la campana anunciaba que era la hora de la comida, volvía a coger la maleta y se dirigía a su pabellón. Cuando llegaba decía, " Hoy tampoco han venido".
AMO DEL MUNDO
Era un enfermo afectado de "Parafrenia fantástica", y decía que había inventado las " Loterías interplanetarias", y que " en el último sorteo me han tocado dos campos de fútbol en la luna y una catedral en México", y por aquel motivo afirmaba que era multimillonario. "En el Vaticano viven de mis limosnas" aseguraba.
TRANSFERENCIAS AFECTIVAS
Había un chico ( 20 o 25 años), de Barcelona, afectado del síndrome de Down profundo, que antes se decía mongolismo, y que apenas hablaba.
Este chico puso todo su afecto en mi persona. Transferencia afectiva. Me decía "mano" (Hermano), y un año, por las fiestas de Navidad la familia lo vino a recoger para llevarlo a casa, y para volverlo al sanatorio me vinieron a buscar a mi, porque no había manera de que pudieran hacerlo entrar en el ascensor ni que bajara por las escaleras.
Cuando me vió, se aferró a mi diciendo "mano,mano" y enseguida entró en el ascensor.
Estas transferencias afectivas se daban frecuentemente en el manicomio, en personas de estas carcaterísticas. Recuerdo Joan que , en uno de tus blogs aparece una fotografía del Hermano Francisco Sola con un chico disminuído psíquico cogido su brazo. Estas imágenes eran muy corrientes en el manicomio. Estas criaturas buscaban afecto y seguridad".
3 comentarios:
"Platón" me ha recordado a mi abuelo, que en esa misma época estava ingresado tambien. Con mi madre y hermanos ibamos a visitarlo , también tenia permisos de salida y nos encontrabamos en el Ateneu, junto a la estación. Era herrero y me contó mi madre, que habia hecho unas rejas forjadas para la iglesia del sanatorio, quizàs las conozca vd.
Està muy bien recordar a toda esta gente, también, gracias por su trabajo.
Las referencias de estos "Personajes" están contempladas desde un vértice de proximidad y de cercanía, en este caso facilitado por un Hermano de San Juan de Dios, que tiende a recordar, a estas personas que, afectadas por su enfermedad, tenían sus propias características y eran muy bien aceptadas por todos y por todas.
Hay otras muchas referencias de estas personas, algunas de las cuales ya las he referido en este mismo blog, y otras que, naturalmente, desconozco.
Es muy posible que recordara a su abuelo, puesto que por aquellas fechas era un asíduo en nuestros hospitales psiquiátricos, en que estaba muy implicado colaborando en todo lo que era menester y estaba, naturalmente, a mi alcance. Siempre he tenido un gran respeto y mucha consideración hacia las personas allí asiladas, y buena prueba de ello es que, en aquella época, en cuánto me veían, acudían de inmediato a saludarme, al tiempo que yo compartía con ellos los espacios de tiempo que me era posible. Actualmente, de aquella época, ya no reconozco a ninguno, puesto que, por motivos de edad -- yo entonces era un adolescente -- se me han ido anticipando. Pero guardo de todos ellos un imborrable recuerdo.
Hola, Joan.
No se si sigues interesado por este tema de tu blog, el de los personajes del manicomio. Yo trabajé allí en esa época y me ha interesado mucho, por diversas razones. Alguno de ellos salen en alguno de mis libros, como en "Familia y Psicosis" o en el volumen 4 de mis "Apuntes para una Psicopatología Basada en la Relación"
SI sigues con el tema, házmelo saber al mail jtizong@gmail.com, por favor.
TE pediría alguna cosa...
SALUD!
Jorge L. Tizón
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