El balneario de Santa Agueda, ubicado en el barrio de Gesalibar, de Mondragón (Guipúzkoa), se construyó en el año 1825, atendidas las excelentes cualidades de sus aguas termales. Era lugar frecuentado, en la época estival, por el Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo.
En el verano de 1897, el lider del Partido Conservador, que se hallaba inmerso en las preocupaciones propias de la inserrucción de Cuba, se había detenido, acompañado de su esposa Joaquina de Osma, a despachar con la reina Regente, en San Sebastián, antes de dirigirse al Balneario de Santa Agueda.
También llevaba unos días hospedado en el balneario un joven italiano , que figuraba registrado con el nombre de Emilio Rinaldi, y según su tarjeta, estaba acreditado como corresponsal del periódico Il Poppolo.
En la mañana del domingo día 8 de agosto de 1897, Cánovas del Castillo y su esposa habían asistido a la celebración de la Misa. Finalizado el acto religioso se retiró a sus habitaciones. Cursó un telegrama al Ministro de la Gobernación y, tras cambiarse de ropas, poco después de las doce horas del mediodía, salieron de sus habitaciones, en la primera planta , para dirigirse al comedor. En la escalera se cruzaron con una señora que les era conocida, y su esposa se entretuvo hablando con ella, mientras que él seguía su camino. Junto a la escalera, había una gran galería que daba al jardín , paso obligado para acceder al comedor.
Cánovas tomó asiento en uno de los bancos, concretamente en el más próximo a las escaleras de las que habían descendido y se dispuso a leer el periódico La Época. Alguien, que llevaba algún tiempo observando sus movimientos , se le acercó sigliosamente sin levantar sospecha, y sujetándose fuertemente con la mano izquierda al marco de la puerta, acercó al Presidente el revólver que llevaba y le disparó. La primera bala penetró por el lado derecho del pecho, y salió por la parte posterior, junto a la columna vertebral. Cánovas tuvo todavía fuerzas para incorporarse, girando la cabeza inconscientemente hacia el lado derecho, permitiendo que el agresor pudiera efectuar otros dos disparos. El primero le penetró por la región auricular, atravesando la masa encefálica y saliendo por la frente, mientras que el segundo entró por la región supraclavicular, junto a la horquilla, provocando la rotura de vasos importantes, desangrándose en un corto espacio de tiempo.
Con la detonación de los disparos, la esposa de Cánovas bajó apresuradamente las escaleras y encontró a su marido tirado en el suelo, boca abajo y rodeado de un gran charco de sangre. Su asesino permanecía en el lugar, siendo increpado con gritos de "¡ canalla y asesino!" por la esposa del fallecido Presidente, a lo que éste le replicó: "Señora, yo no soy un asesino. Por respeto a una señora tan digna como usted no lo he matado antes. Para evitarle a usted el espectáculo busqué la ocasión de encontrarle solo. Yo he venido a cumplir con mi deber. He venido a vengar a mis hermanos de Montjuic".
El Jefe de los efectivos de velar por la seguridad del Presidente, acompañado de un Teniente de la Guardia Civil, detuvieron de inmediato al asesino, que no opuso resistencia alguna, al tiempo que lo justificaba como " la venganza por los tormentos aplicados a los anarquistas presos y posteriormente fusilados en el castillo de Montjuic, en Barcelona". Posteriormnte confesó su auténtica identidad. Miguel Angiolillo Folli, de 27 años de edad, natural de Foggia. (Italia), municipio próximo a Nápoles.
El cuerpo sin vida de Antonio Cánovas del Castillo estuvo expuesto todo un día en la finca que la familia tenía en Madrid, y cuando se procedió a trasladar el féretero para recibir cristiana sepultura, su esposa llamó al Duque de Sotomayor, que ostentaba la representación de la Reina y dijo: "El mayor sacrificio que puedo hacer ante la tumba de mi marido, es perdonar al asesino. Dios me oye. Yo le perdono".
El abogado defensor de Angiolillo, ante el Consejo de Guerra que le condenó a muerte, le comuncó el perdón de la esposa de Cánovas. Angiolillo ni siquiera se inmutó. Y el 20 de agosto de 1897 fue ejecutado en Vergara, pr el procedimiento de garrote vil.
EL PADRE BENITO MENNI ENTRA EN ESCENA
Los propietarios el balneario de Santa Águeda, señores Mendia , se apresuraron a poner en venta todas aquellas instalaciones balnearias, conscientes de la decadencia que sufriría su negocio, a raiz de aquel luctoso suceso.
El Padre Benito Menni, que en su labor restauradora de la Orden de San Juan de Dios en España, y fundador de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, ya había fundado varios hospitales psiquiátricos en distintos puntos de la geografía hispana, valoró muy positivamente la importancia de estas instalaciones, para iniciar el proyecto que años antes tuvo que abandonar en Eskoriatza.
Y el 1 de marzo de 1898, ante don Mario Aguinaga Barona, Notario de Mondragón, se procedía a la firma de la escritura de compraventa de los edificios que conformaban el Balneario de Santa Águeda, compareciendo, por una parte, los propietarios, Ramón, Carlos y Sabina Mendia, y de otra, el Padre Benito Menni, en condición de gerente de las sociedades anónimas El Iris y La Rosa, representativas, respectivamente, de los intereses de los Hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
Con la compra de estas instalaciones, con fecha 1 de abril de 1898, la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares aprobó la fundación de la nueva institución hospitalaria , y veinte días más tarde, el Gobernador Civil de Guipúzcoa aprobava las bases fundacionales para la estancia de enfermos mentales de ambos sexos de la provincia, en estos estalecimientos. Simultáneamente se iniciaron los trabajos de adaptación de aquellas instalaciones a los nuevos usos hospitalarios, y finalmente, el 1 de junio de 1898 se inauguró, con toda solemnidad, la Casa de Salud de Santa Águeda. Solamente habían transcurrido diez meses del asesinato de Antonio Cánovas del Castillo y aquel pretigioso balneario se había convertido en hospital psiquiátrico .
Una impliación entre italianos. Unos anarquistas italianos eran ejecutados en el Castillo de Montjuic, en Barcelona. Otro anarquista italiano los vengó asesinando la Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo, y finalmente, otro italiano, el Padre Benito Menni compraba el balneario para transformarlo en hospital psiquiátrico.
5 comentarios:
Es muy interesante esta historia, que no conocía.
que historia tan interesante... lo que me gusta más es que finalmente se le sacó el lado positivo a un acontecimiento desastrozo... si todos lograramos levantar de entre las cenizas nuestros sueños lograriamos valorar aun más lo que tenemos...
abrazos Joan
DIANA CASTRO
Perquè no esta escrit en català aquest bloc?. Estic cansat de llegir arreu "San Baudilio".
Aquest blog no está escrit en català pr facilitar la seva lectura als seus seguidors de la resta de l'Estat espanyol, així com lectors d'Italia, Veneçuela, Panamà, Honduras, Uruguai, Xile i Argentina. Cada post que publico, envio enllaç a 233 persones, residentes en aquests païssos, i també de Catalunya.
Altra resposta. Per qué es posa San Baudilio?. Els continguts històrics d'aquests episodis es situen dins l'època que el municipi de Sant Boi de Llobregat, tenía per toponimia "San Baudilio de Llobregat", i en conseqüència cal respectar la toponimia de l'època. Vegeu que, en alguns llocs, ja es diu "(actualmente Sant Boi de Llobregat)"
Us agraeixo el vostre comentari i la paciència de llegir aquest blog. Estic a la vostra disposició.
Gracias don Joan, por esta crónica. Yo estoy en la "última recta" de escribir una novela en la que hay un episodio que acontece en ese antiguo "Manicomio de Navarra". Por cosas del destino, estuve ahí en 1997, buscando huellas de mis ancestros, y ahora,como afortunado "serendipity",se abrió un espacio en la trama de la novela que le menciono.
Soy salvadoreño y vivo en Panama, desde donde le saludo con mucho afecto y agradecimiento.
Payín Imendia.
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