viernes, 28 de enero de 2022

EN LA DÉCADA DE LOS AÑOS SESENTA DEL PASADO SIGLO, SE INICIÓ, EN ALGUNOS DE LOS ASILADOS DEL MANICOMIO DE SANT BOI DE LLOBREGAT, LA TERAPIA DE LOS MEDICAMENTOS NEUROLÉPTICOS.


 Con fecha 30 de enero de 1968, el Hno. Gabriel Aleñar Serra, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios,  recibió el Diploma de Auxiliar Psiquiátrico, otorgado por el Patronato Nacional de Asistencia Psiquiátrica (PANAP).
 
Como en anteriores ocasiones, Gabriel Alenyar i Serra me ha explicado algunos episodios acontecidos en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, donde ejerciendo como Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, recibió con fecha 30 de enero de 1968, el diploma de Auxiliar Psiquiátrico otorgado por el Patronato Nacional de Asistencia Psiquiátrica,(PANAP), y en el transcurso de varios años fue el responsable del pabellón de enfermos crónicos finales, entre ellos, mayoritariamente, los que padecían esquizofrenia. Explica que:

"A algunos de estos enfermos, allá por la década de los años sesenta del siglo pasado, se les solía medicar con farmacología que llevaban el etiquetaje de " muestras gratuitas", introduciendo la terapia de los neurolépticos, como el Haloperidol, Triperidol, Clorpromacina y otras especialidades farmacéuticas  que en estos momentos no recuerdo cuales eran.

Durante algún tiempo fui el encargado, por prescripción de los servicios médicos corresponientes, de administrar aquellos medicamentos a las personas que padecían esquizofrenia, del pabellón de mi responsabilidad.

Los efectos secundarios registrados en algunos casos, eran ciertamente preocupantes. Recuerdo a un enfermo que a la hora de la comida se le había administrado  uno de estos medicamentos de " muestra gratuita" que, pasadas unas horas presentaba un cuadro  de temblores y con la lengua  salida, que vino hacia mi diciendo: " Hermano, no me siento bien, quiero ir a la cama". Llamé de inmediato al médico de guardia que, a la vista del paciente, informó que presentaba un estado extrapiramidal. Y así podría seguir explicando casos semejantes.

En otro orden de cosas, recuerdo que se aplicaban inyecciones intramusculares en la parte delantera del muslo, de aceite de trementina y de azufre a algunos pacientes , en ocasiones como castigo por haberse fugado. Sus reacciones, además de provocar episodios febriles durante varios días, también provocaban fuertes dolores, que inmovilizaban al enfermo durante más de una semana."



No hay comentarios: