sábado, 21 de septiembre de 2024

129 ANIVERSARIO DE LA LLEGADA DEL PADRE BENITO MENNI, CON LAS PRIMERAS COMUNIDADES DE HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS Y HERMANAS HOSPITALARIAS EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA HACERSE CARGO DEL MANICOMIO DE SANT BOI DE LLOBREGAT.


 Lápida de mármol en recuerdo y homenaje a la primera comunidad de Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios, en la Casa de Sant Boi de Llobregat, en el 50 aniversario de su Fundación (1895 -1945). Foto: Mestres.

El próximo martes, 24 de septiembre  de 2024, se cumplirá el 129 aniversario de la llegada del Padre Benito Menni con las primeras comunidades de Hermanos  de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y de  Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, para hacerse cargo del Manicomio de Sant Boi de Llobregat, fundado en el año 1853 por el Dr. Antonio Pujadas y Mayans, fallecido en el año 1881.

Mediante escritura otorgada el 20 de agosto de 1895 ante el notario Francisco de Sales Maspons y Labrós, de Barcelona, se procedió a la compra del manicomio, compareciendo, por la parte compradora, según figura en el documento, Don Ángel Hércules Menni y Figini, Presbítero, Superior en España de la Orden de San Juan de Dios, soltero, natural de Milán (Italia), mayor de veinte y cinco años y vecino de Ciempozuelos, según célula personal de quinta clase, expedida el 6 de octubre del año próximo pasado, número 1736.

En la condición primera se especifica, que vienen comprendidos en la venta " no solamente los terrenos y edificios de los que se ha hecho mención, también todos los muebles, máquinas, habitaciones, enseres, carruajes, vacas de leche, caballerías que haya en los mismos y en la huerta contigua, ladrillos y toda clase de materiales de albañilería y cerrajería, y finalmente todas las ropas y objetos destinados al culto sin excepción alguna.

Igualmente viene comprendida en la venta todo el material de oficina, en Barcelona, como son mesas, librería, sillería, documentación, etc. No se comprenden los libros de contabilidad y documentos referentes al funcionamiento de la Junta, pero si lo que se refiere a la Administración y régimen del Manicomio.

Quedan excluidos  de la venta los víveres que haya en el almacén, las ropas en pieza o que estando confeccionadas no se han estrenado, los cerdos y aves que haya en los corrales y, en general cuanto tenga el carácter de depósito para subvenir  a necesidades futuras, todo lo cual se pagará según el precio de factura; al contado, lo que haya satisfecho ya, y en los plazos convenidos  con los proveedores, lo que esté pendiente de pago; así como quedan igualmente excluidos cuantos créditos al tiempo de realizarse la venta tengan los vendedores contra cualquier corporación o particulares procedentes de la Administración del Manicomio"

La condición tercera establece que " El precio de la presente venta es de UN MILLÓN DE PESETAS, que el comprador satisfará  mediante la entrega a los vendedores de..." y especifica detalladamente la manera y forma de liquidar la deuda.

En el mes de septiembre de aquel mismo año, se confeccionó un  " Inventario de muebles y efectos existentes en el Manicomio de San Baudilio". Tiene 71 páginas y detalla, dependencia por dependencia, todas las pertenencias del establecimiento.

Y el día 24 de septiembre de 1895 llegaba el Padre Benito Menni con una comunidad de 24 Hermanos Hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios y 31 Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, para hacerse cargo de aquel grandioso manicomio, que suponía la 20ª fundación de los Hermanos y la 8ª Casa de las Hermanas.

No existe documentación escrita y, en consecuencia, poco se conoce de los trabajos y acontecimientos de los primeros días de la presencia del Padre Benito Menni y de las comunidades de Hermanos y Hermanas, si bien por la relación epistolar existente, se puede saber que el Padre Benito Menni estuvo al frente del manicomio algún tiempo, si bien debido a las obligaciones dimanantes de su cargo de Provincial, tenía  que ausentarse en algunas ocasiones, y por ello tuvo que delegar para el buen gobierno de aquel establecimiento al Hermano Rosendo García Fernández, y después al Hermano Nicolás Pérez Fernández, si bien sus visitas a Sant Boi de Llobregat se sucedían con frecuencia y sus estancias se prolongaban el máximo de tiempo que le era posible, en aquellos primeros tiempos.