Una gacetilla, publicada en el diario EL DILUVIO, en su edición del jueves, dia 25 de enero de 1899, cuestionaba el Manicomio de San Baudilio de Llobregat, a la vista del texto que a continuación transcribo:
" En una carta suscrita por Francisco Jover, que extingue condena en la cárcel de esta ciudad, se nos pide hagamos público lo siguiente: La madre del comunicante, llamada Josefa Jover, se halla recluída en el Manicomio de San Baudilio de Llobregat, y parece que debe tenerse allí empeño en no dar cuenta en el estado en que se halla aquella infeliz mujer, por cuanto no ha podido lograrlo el hijo desde algún tiempo a esta parte, á pesar de las muchas gestiones realizadas con dicho objeto. Si una mujer que por encargo del preso estuvo en las oficinas del Manicomio dijéronla en una ocasión que la demente a quien solicitaban, hallábase en la enfermería del establecimiento, atacada de una grave dolencia; pocos días antes habiénle dicho que no sabían que estuviese allí recluída la loca por quien preguntaba. Otra vez echaron a la emisaria con cajas destempladas, y como el atribulado hijo escribiese al jefe del Manicomio poniéndolo al corriente de lo ocurrido, esta es la hora en que no ha obtenido contestación.
Así resulta que este pobre preso ignora si su madre vive ó ha muerto, lo cual es una inhumanidad, aunque no lo crean así los evangélicos hermanitos de San Juan de Dios, a cuyo cargo corre el Manicomio de San Baudilio."(1)
A nivel personal, considero conveniente referir que el 25 de septiembre de 1895 llegaron al Manicomio de San Baudilio de Llobregat, el Padre Benito Menni con las primeras comunidades de Hermanos de San Juan de Dios y Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, para hacerse cargo de aquel establecimiento, por haberlo comprado por la cantidad de un millón de pesetas.
A partir de aquella fecha, hubo separación de sexos, siendo los hombres asisistidos por los Hermanos de San Juan de Dios y las mujeres por las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
Cuando el Sr. Francisco Jover empezó a interesarse por la situación de su madre, Sra. Josefa Jover, tenía que haberse dirigido a las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, donde en todo caso tenía que estar asistida su madre, y de ahí que considero improcedente las últimas lineas del redactor de EL DILUVIO, al referirise jocosamente a los "evangélicos hermanitos de San Juan de Dios" de la consecuencia sufrida injustamente por el Sr. Francisco Jover.
(1) EL DILUVIO. Diario político, de avisos, noticias y decretos, Edición de la tarde. Número 26. Barcelona, jueves, 25 de enero de 1899. Gacetillas. Pág. 3
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