lunes, 9 de noviembre de 2020

UN EPISODIO DE LA ABERTURA MÁS LUMINOSA Y ALEGRE DEL MANCOMIO DE SANT BOI, PROTAGONIZADO POR UN GRUPO DE JÓVENES HERMANOS DE SAN JUAN DE DIOS, EXPLICADO POR EL HERMANO GABRIEL ALENYÀ I SERRA.


La imagen recoge un momento de la salida de los fieles de la Iglesia del Manicomio de Sant Boi de Llobregat, en un día festivo. Publicada el 17 de noviembre de 1945 en "Diario de Barcelona". (Fotografía García)


En términos generales, existía la convicción de que en los establecimientos psiquiátricos de los años sesenta del siglo pasado, para referirnos a una determinada época, las condiciones de vida de las personas asiladas se desenvolvía con una cierta monotonía y aburrimiento. Como había vociferado el Dr. Sabaté, harto de mis insistencias en que me comentara lo que suponía para los enfermos mentales la vida sanatorial, dijo :"El enfermo mental es una mercancía humana que recibe el alta en el cementerio", y que publicado en "Tele/eXpres", del que era corresponsal, generó un alud de correspondencia, dirigida a la sección de "Cartas al Director", en que la ciudadanía despertaba del letargo  y se preguntaba, angustiada, que era lo que en realidad ocurría detrás de los muros del manicomio.

De ahí que esta información  recibida del Hermano Gabriel Alenyà i Serra, me ha alegrado al conocer un episodio de aquella época, protagonizada por un grupo de jóvenes Hermanos de San Juan de Dios, del Manicomio de Sant Boi, que en su momento,  venía a suponer una grieta luminosa y alegre en el triste deambular de aquellos enfermos confinados en unos infranqueables muros que los mantenían alejados de la sociedad a la que pertenecían.

Con la debida autorización, paso seguidamente a transcribir literalmente el texto recibido:

"En Sant Boi coincidieron un grupo de hermanos jóvenes que vivían su vocación con alegría, y a nuestra manera de ser nos divertíamos inocentemente.

A uno de ellos se le ocurrió bautizar el Pabellón de San isidro como "Abadía de San Isidro Labrador", recordando la abadía cisterciense de "San Isidro de Dueñas", de Palencia.

Cuando me nombraron responsable de aquel pabellón y pasé a ser el "Hermano Encargado", me organizaron una toma de posesión solemne como "Abad Mitrado" de aquella "Abadía", avisando a un fotógrafo para que quedara constancia gráfica del acto. El báculo se improvisó con un trozo de ducha.

Fue un acto muy divertido. Algunos enfermos estaban convencidos de que me habían hecho obispo de verdad. Muchos de ellos me daban la enhorabuena. Escuché que un enfermo le decía a otros: " Yo ya sabía que el hermano Gabriel llegaría muy alto".

El fotógrafo a quien me he referido, era un enfermo que había sido fotógrafo profesional que, cuando enfermó de esquizofrenia paranoica y lo ingresaron en el Sanatorio, trasladó el laboratorio y lo instaló en el sótano de un pabellón, pasando a ser  el fotógrafo oficial del Sanatorio. Las fotografías que tengo de Sant Boi, están hechas por este fotógrafo".

En las fotografías puede observarse, en la oficina,  la plantilla completa de los que trabajaban  en la "Abadía de San Isidro Labrador", visitando a los enfermos en su cama, y otras, en todas ellas sosteniendo el báculo improvisado con un trozo de ducha.



1 comentario:

Joan Vendrell i Campmany dijo...

Aún me duele el estómago de la risa que me dió al ver el improvisado básculo conseguido con trozo de ducha.