Este detallado informe ocupa una extensión de 96 páginas, que me limito a reproducir algunos de sus contenidos, referido a la epidemia de cólera morbo asiático, que durante el mes de octubre de 1885 azotó al Manicomio de San Baudilio de Llobregat.
"La primera invasión causada por el cólera ocurrió en una mujer, el dia 26 de septiembre. Algunos empleados suponían que la primera invasión ocurrió con mucha anterioridad, atribuyendo que en el mes de agosto había fallecido ya de tal enfermedad un pensionista médico, llamado Enrique Villamor.
El mal se propagó en pocos días con inusitada intensidad, y no dudaron que fuese cólera los médicos del Establecimiento ni la Junta. Cual sucede siempre al principio de toda epidemia, procuróse ocultar lo que ocurría hasta el último momento; esta falta pesa, en nuestro concepto, por entero a la Junta Administrativa, que atendió más al descrédito que caería sobre el Establecimiento que al inmediato y solícito cuidado de los infelices albergados.
Si con toda probalidad, casi con certeza, puede fijarse la fecha de la primera invasión, apreciar el origen inmediato de la epidemia ha sido imposible; estaba en aquella época infestada casi toda la provincia de Barcelona, y las comunicaciones eran diarias entre la capital y el Manicomio. Se había prohibido a los empleados desde mediados de julio salir de él; pero en cambio los víveres eran traídos de la ciudad. Esta seguramente fue la puerta que permitió la entrada del germen mortífero.
Cuando el Manicomio se convirtió en centro de infección, las casas del pueblo de San Baudilio de Llobregat, algunas de las cuales distaban sus pequeños jardines sólo dos metros de los cuartos fuertes de mujeres, no se infectaron, y sus moradores, que a pesar de las disposiciones gubernativas, sólo las abandonaron breves días, gozaron completa salud.
Las enfermas reclusas en los cuartos fuertes fueron casi todas víctimas del mal, y un demente llamado Cruz, que las cuidaba, junto con el practicante D. Hilario Ramón, que prestaba servicio asimismo en dicha sección, fueron quienes transmitieron el contagio al departamento de hombres.
En las conclusiones finales, figuran:
1º.- El Manicomio de San Baudilio de Llobregat reunía malas condiciones higiénicas; pero graves defectos de administración las aumentaba.
2º.- Durante el mes de octubre de 1885, se desarrolló una epidemia que por el conjunto sindrómico de sus enfermos y por ser entonces casi general en la provincia, puede calificarse de cólera morbo asiático.
3º.- El estado del Manicomio explica lo elevado de la cifra a que alcanza la mortalidad anual y el incremento que tomó la epidemia.
4º.- Los dementes están más predispuestos al cólera que los indivíduos dotados de razón higida.
5º.- Si el tratamiento específico individual del cólera, como enfermedad, está aún por descubrir, bastan las medidas higiénicas para combartirlo como epidemia.
6º.- La epidemia colérica en el Manicomio tardó en disminuir rápidamente y desaparecer, lo que en ejecutarse las medidas adoptadas.
7º.- De éstas pueden considerarse como más importantes y trascendentales: evacuación del foco epidémico y su desinfección consecutiva, el aislamiento y solícito cuidado de los invadidos y la mejora en las condiciones dietéticas de los indivíduos aun no afectos del mal epidémico.
8º.- A la energía de las autoridades se debió poder, con el cumplimiento de los dispuesto, acudir aún a tiempo de cortar los progresos del cólera.
9º.- Las condiciones de salubridad de la casa de orates de San Baudilio, pueden, a pesar de algunos defectos incorregibles, mejorar, si se plantea una serie de reformas que lo conviertan en verdadero frenocomio.
30 de septiembre de 1887."
