lunes, 28 de febrero de 2022

¿ DESDE CUÁNDO EXISTE LA COSTUMBRE DE COMER CALÇOTS ?


 El origen y la posterior costumbre de comer calçots, empezó en Valls (Tarragona) a finales del siglo XX, cuando un campesino, conocido   como Chat de Benaiges, un día, a la hora de comer, para no recurrir a la acostumbrada dieta a base de hortalizas, decidió comerse dos cebollas grilladas que habían salido en el lugar donde con anterioridad había plantado cebollas blancas. Para ello cortó las raíces y asó en llamas el fuego que había preparado.


Luego  sacó la capa de la cebolla ennegrecida por el fuego y se las comió con aceite i vinagre.

Normalmente, los calçots se comen con una salsa característica para degustar  mejor las excelencias del producto.

El gusto, mucho más suave que el de la cebolla, le agradó tanto que decidió experimentar  sobre aquel cultivo hasta que consiguió el procedimiento que se conoce actualmente, consistente en sembrar semillas de cebolla blanca en los últimos meses del año, arrancándolas una vez germinadas y crecidas, guardándolas una temporada y volverlas a plantar, esta vez sólo medio  colgada.

El nombre de "calçot" procede del hecho de que, en la medida que va creciendo, la planta se tiene que ir "calzando", es decir, rodeándola de tierra, hasta el momento de su recolección. 

A partir del primer tercio del siglo XX, la calçotada se convirtió en una comida habitual de muchas familias 
 de Valls en los días festivos, y su expansión en el ámbito geográfico data de la década del año 1940, cuando la Penya Artística de l'Olla comenzó a celebrar calçotadas, a la que invitaban a personas del mundo artístico  y cultural de Barcelona.

La revista "Destino" organizó varios desplazamientos a Valls para facilitar su degustación, y muy pronto los restaurantes de la zona comenzaron a ofrecer calçotadas apoyados por los fabricantes de cava de la vecina comarca del Penedés, que lo promocionaban.


 En el año 1995, la Generalitat de Catalunya le concedió la Denominación de Calidad "Calçots de Valls", que comprende el ámbito geográfico de las comarcas de l'Alt Camp, El Baix Camp, El Tarragonés y El Baix Penedés.


                 

domingo, 27 de febrero de 2022

" FUI CAYENDO EN EL POZO DE MIERDA " , NOEMI ATENCIA, DE 17 AÑOS, EXPLICA LA SOLEDAD Y LAS DIFICULTADES PARA CONSEGUIR UN DIAGNÓSTICO Y UNA TERAPIA QUE LE AYUDARA A MEJORAR.


 Noemia Atencia, posando ante el mural que ayudó a pintar  en el patio de la Unidad de Crisis de Adolescentes, en la institución "Benito Menni. CASM", de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, de Sant Boi de Llobregat.

Consultando hemerotecas, he encontrado este reportaje, que a continuación me limito a reproducir por considerarlo de interés.

" FUI CAYENDO EN EL POZO DE MIERDA

SANT BOI DE LLOBREGAT. Llena la explicación de los recurrentes  cuadros de ansiedad y la "vocecilla" interna con tanta gracia, imágenes, metáforas y humor ácido, que las psicólogas que la atienden confían que acabe siendo la " la Greta de la salud mental", en referencia a la joven activista sueca del ecologismo. A dos semanas de la  mayoría de edad , Noemi Atencia está de permiso en la unidad dedicada a adolescentes del complejo Benito Menni de Sant Boi, donde ha pasado el último trimestre a raíz de una grave crisis.

La de Atencia es la historia de las dificultades del sistema para diagnosticar  tratornos mentales y de la soledad de pacientes y familias. En primaria no entendían  que siempre  estuviera como ausente, con ataques de ansiedad constantes, que la hicieron ser etiquetada  como la rara de la escuela. "Me hicieron bullying  y mi autoestima bajó, me hacían sentir pequeñita. Te quedas sola y quieres desaparecer", recuerda. Su madre tampoco supo como ayudarla, por ignorancia y por aquel miedo de poner nombre a una enfermedad que todavía está demasiado escondida.

El cambio de centro en secundaria supuso un cierto alivio porque al menos en el nuevo encontró  comprensión  y apoyo comunitario, pero la ansiedad iba a más, como los llantos, lo que le impedía seguir  la actividad escolar. La gran sacudida  llegó el año de la pandemia  cuando  ya hacía segundo de bachillerato  y en pleno confinamiento  a su malestar  se le añadió la imposibilidad  de poder salir de casa para distraerse de tanta ansiedad y los conflictos con su madre eran una batalla diaria. Las clases online, afirma, eran un suplicio  porque le era imposible " estar atenta a una pantalla de ordenador" pero es que,  cuando las escuelas reabrieron y volvió la presencialidad, tampoco fue capaz de seguir las explicaciones de los profesores, en una sensación que define como hacérsele todo "una bola de acero" y "frustación" porque los compañeros seguían y ella no. "Fui cayendo en el pozo de mierda y mi madre conmigo".
 
Pozo abajo la esperaba una gran crisis de ansiedad -- "creía que me moría" --que la hizo sentir durante días como si su cuerpo estuviera  "en medio de un huracán" y pensó que no mejoraría. Era diciembre de 2020 y ahora sí, acabó en urgencias en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues. "Me enviaron a la psiquiatra, a quien le pedía ayuda y ella me daba unas pastillas que me dejaban fatal, todo el día sedada y sin poder hacer nada, ni siquiera mantener los ojos abiertos". Sin nadie cerca que la apoyara, dice que no entendía lo que le pasaba, y que había momentos que no distinguía la realidad de sentirse como " un robot" ni podía dejar de hacer caso de su "vocecilla" interior que le decía que " estaba loca". Además, en las búsquedas que hacía para buscar una respuesta  a lo que le pasaba, el doctor Google -- desaconsejado  científicamente  -- siempre concluía : "Cáncer o una muerte próxima". El fondo del pozo  lo ha bautizado como " la semana trágica", un descalabro emocional que la llevó a sobremedicarse conscientemente a diario. "Siempre acababa vomitando las pastillas hasta que un día pensé, pues hoy no lo haré". Y acabó en urgencias, ingresada tres semanas en Sant Joan de Déu: "Me quería morir porque sentía que la mierda me ahogaba", relata con gran desparpajo, incluso cuando se refiere a una recaída  pocas semanas después de su salida.

La vena artística 

Noemi Atencia mostrando el primer número del  franzine que ha impulsado para expresar los pensamientos y deseos de los adolescentes ingresados en la UCA  de Benito Menni de Sant Boi.



Aquí es cuando entra en la UCA, una unidad sin referentes en Catalunya que desde hace 27 años trata los casos más graves de trastornos mentales de adolescentes. Las psicólogas que la han tratado explican que la tímida y desganada Noemi de un trimestre atrás no tiene nada que ver  con la Noemi activa y con ganas de comerse el mundo que se sienta  en una sala del centro de Sant Boi. Los primeros dos meses estuvo en régimen cerrado, siguiendo una terapia  muy dura que le permitió levantar la cabeza y pasar a la USA, donde se le permitió salidas a casa  para comprobar si estaba preparada para volver a la rutina social. " Ahora veo el mundo y lo encuentro muy bonito y tengo ganas de hacer cosas", asegura la chica, ilusionada por volver a hacer segundo de bachillerato. " Haré el bachillerato artístico, no puedo hacer otra cosa".




Una de las ilustraciones firmadas por Noemia Atencia, que quiere estudiar bachillerato artístico.

En el centro, la chica ha sido el alma que ha animado a las terapeutas y a otros pacientes a dibujar un gran mural de colores sobre una pared del patio y sobre todo, a editar un franzine doméstico -- el primero de la UCA -- en que las adolescentes  han plasmado  sentimientos y esperanzas de su estancia mientras se recuperaban. Pero los nervios es ahora por lo que  vendrá a partir de julio, cuando con 18 años su expediente pasará a los servicios de atención de los adultos, compartiendo terapia y actividades con gente de 30 o 50 años.

Lamenta " No saber qué me encontraré y que será un cambio muy grande me da miedo", razona la chica, que reivindica que la transición de la adolescencia al mundo adulto sea más lenta, con unidades para jóvenes de hasta 25 años para evitar una situación traumática. "Estoy abierta a aceptar encargos artísticos", dice como muletilla publicitaria mientras sale para la puerta camino al patio, donde están sus compañeros."

PROCEDENCIA

Reportaje de Marta Rodríguez Carrera. Diari Ara. Edición 26 de junio de 2021.





domingo, 20 de febrero de 2022

DR. RAFAEL HERRERA VALENCIA, DIRECTOR MÉDICO DEL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO DE SANT BOI DE LLOBREGAT ( 1981- 1990)


 Dr. Rafael Herrera Valencia.

Rafael Herrera Valencia nació en Sevilla en el año 1947. donde realizó estudios de Medicina y de Psiquiatría. A su finalización se trasladó a El Puerto de Santa María, trabajando en el actualmente desaparecido Hospital Psiquiátrio Nuestra Señora de la Paz, donde permaneció por espacio de dos años. Posteriormente pasó a residir en  Barcelona.

Fueron sus cualidades profesionales y humanas las que propiciaron  que al poco tiempo de su llegada a la Ciudad Condal  accedira al cargo de director-médico del Hospital Psiquiátrico de Sant Boi de Llobregat, donde ejerció una profunda reforma, distribuyendo a las personas asiladas en diferentes pabellones de acuerdo con los cuadros clínicos que presentaban, puesto que hasta aquel momento permanecían mezclados entre ellos, ocupando  el cargo desde el año 1981 hasta el 1990.

Se  separó de su primera esposa antes de partir hacia Barcelona, y allí conoció a Cristina Rosales, trabajadora social con brillantes conocimientos de Psiquiatría, con quien contrajo segundas nupcias y le acompañó en su labor hasta su fallecimiento.

El Govern de la Generalitat de Catalunya requirió sus servicios para participar en la  reforma Psiquiátrica de la Comunidad Autónoma, participando activamente  en la elaboración de la doctrina en el cambio de paradigma, de la atención de las personas con enfermedad mental.

Luego corresponía poner a la práctica  los modelos con soportes informáticos, algo con lo que no estaba familiarizado, atendido que no le gustaban las máquinas de escribir ni los ordenadores, por lo que siempre tuvo asistentes, tanto en los hospitales como en su domicilio, apoyado por su esposa, entendiendo que su labor había concluído en Catalunya.

Inicíandose la reforma en el tratamiento de la salud mental en España, algo que había sido propuesto desde hacía décadas, cuando las enfermedades de la mente  eran consideradas un estigma, atendió el llamamiento de Andalucía, y concretamente de El Puerto de Santa María, dados sus adelantados conocimientos en la materia, creando los Centros de Día, sacando de esta manera  la salud mental  en la calle  cuando, desde entonces, el tratamiento consistía básicamente, en dejar aparcados a los pacientes en macro hospitales. desentendiéndose las familias de aquellos pacientes especiales.

La letrada Carmen Cordones se refiere al pionero doctor  afirmando que " El psiquiatra Dr. Rafael Herrera Valencia fue uno de los principales artífices de la inserción psiquiátrica en El Puerto de Santa María, tratando a miles de enfermos y dando su apoyo a los familiares. Con la reinserción  psiquiátrica  se cerraron manicomios y se integró a los enfermos dentro de la sociedad".

Falleció el 18 de octubre de 2009, a la edad de 62 años.



miércoles, 9 de febrero de 2022

CIENTOS DE PERSONAS CON ENFERMEDAD MENTAL, FALLECIDAS EN LOS HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS DE SANT BOI DE LLOBREGAT, RECIBIERON SEPULTURA EN FOSAS COMUNES DEL CEMENTERIO DEL MUNICIPIO.


 Fosas comunes, en el cementerio de Sant Boi de Llobregat, donde eran sepultadas las personas asiladas en los hospitales psiquiátricos del municipio fallecidas sin que sus familiares tuvieran propiedad funeraria en aquel recinto. Con las sucesivas ampliaciones del cementerio, las nuevas agrupaciones de nichos se construyeron encima de estas fosas.



El actual cementerio municipal de Sant Boi de Llobregat, fue bendecido e inaugurado el día 11 de mayo de 1865, por el obispo de Barcelona, Monseñor Pantaleón Monserrat y Navarro.

CAPACIDAD INSUFICIENTE

Explica Gregorio Gutiérrez Ortolá que" las relaciones sostenidas entre la Junta del Cementerio y el Manicomio, han sido casi siempre tirantes. El alto número de fallecidos en el mencionado Instituto, hacían fracasar  cualquier previsión de ampliación efectuada por la Junta", y cita este ejemplo:" La capacidad del nuevo Cementerio se hará pronto insuficiente. Un elemento no previsto  en el primitivo proyecto, será el causante de esta deficiencia: los fallecidos en el manicomio. Así, el 13 de agosto de 1872 la Junta comunicó al Dr. Pujadas Mayans -- Director del Manicomio -- que debido al alto número de cadáveres de su establecimiento creían que era de su incumbencia el costear  el ensanche de un cementerio que se ha quedado pequeño. Pujadas se negará, aduciendo la igualdad de derechos de los internos con respecto  al resto de ciudadanos. De todas formas, contribuirá con 1.500 reales para la construcción de un osario como alternativa temporal".

Más adelante, y ya en tiempos del Padre Benito Menni, de la Orden de San Juan de Dios, recoge "El 6 de enero de 1898 se firmó un convenio  entre la Junta y la Dirección del Manicomio, referido a las condiciones de enterramiento   de los fallecidos en el mismo. El Manicomio aportará  una cantidad anual de 1.000 pesetas por tal servicio, sin tener derecho  a utilizar el coche funerario para el traslado de cadáveres, el uso del cual estaba sujeto al pago de las tarifas vigentes, independientemente  del pago de la cuenta mancionada."

"El 29 de agosto de 1912 se cede al Manicomio una parcela de 20 m2., dentro del recinto del cementerio, para el enterramiento de sus fallecidos".

"El 13 de septiembre de 1919 se firma un nuevo convenio con el Manicomio, efectuándose un incremento de 250 pesetas a la cuota anual -- de 1.000 pesetas --  que hasta la fecha venían pagando por derechos de enterramientos".(1)

Los entierros en fosas comunes se siguieron efectuando hasta los primeros años de la década de los años sesenta del pasado siglo XX.

LO QUE ESTABLECÍA EL REGLAMENTO.


El Reglamento para el Buen Régimen y Adminsitración del Cementerio de San Baudilio Llobregat, del año 1877, 
establecía lo siguiente en lo referido a las fosas comunes:

Art. 42. No se permitirá enterrar en tierra firme, mas que en las zanjas abiertas á este objeto, cuya profundidad no será menor de dos metros, desterrando desde luego el abuso de verificarlo en hoyos separados.

Art. 43. La hoya comín será dividida en partes iguales, haciendo las inhumaciones, el primer año en la primera, y así sucesivamente en las restantes, variando siempre, no volviendo á enterrar en la primera, si es posible, que no hayan pasado á lo menos cinco años desde que se hubiesen practicado inhumaciones en la misma.

Art. 44. Luego de depositado el cadáver en la zanja, deberá esta rellenarse y apisonarse fuertemente, igualando el terreno para que no presente desigualdades de mal efecto.

De los casos de epidemia.

Art. 48. Se abrirán desde el momento dos zangas de profundidad de dos metros cincuenta centímetros, siendo sepultados en la una los cadáveres que se entierren con ataud, y en la otra los que se entierren sin él. Con los primeros se formará una gradería , bastando que estén a una profundidad  de ochenta a noventa centímetros de la superficie de la tierra, colocándose una capa de cal viva de dos centímetros, luego otra de tierra de cincuenta centímetros de espesor, fuertemente apisonada , encima se enterrará  otro en la misma forma y después se rellenará la parte de zanja  que los dos ocupen y se apisonará o igualará el terreno. 
Los segundos ó sean los sepultados sin caja , lo serán en la forma siguiente: Se echará encima de cada uno, una capa de cal viva de quince milímetros de espesor, después otra de tierra  de cincuenta centímetros de espesor, fuertememte apisonada, encima se enterrará otro en la misma forma y después se rellenará la parte de zanja que los dos ocupen , apisonándola bien é igualando el terreno.

DE  LAS MONDAS

Art. 52. Cada cinco años y no antes, en caso preciso se podrán hacer  las mondas en la parte de hoya general en que se haya dejado de enterrar  durante dicho tiempo.

Art. 53. Las mondas, en este caso,se harán en invierno por la mañana, escogiendo días serenos y despejados, y sin profundizar mucho.

Art. 54. Los esqueletos y huesos sueltos que se encuentren en las mondas, serán trasladados al osario común cuando lo haya, en el entretanto se colocarán en una zanja abierta al efecto.(2)

(1)  Gutiérrez Ortolá, Gregorio. "El Cementerio Municipal de Sant Boi. Evolución histórica".  Mecanografiado. Sant Boi de Llobregat, 23 de julio de 1936.

(2) Reglamento para el Buen Régimen y Administración del Cementerio de San Baudilio de Llobregat. Barcelona, 1877.