La HOSPITALIDAD, el valor central de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Gabriel Alenyar i Serra ha tenido la gentileza de hacerme llegar unos apuntes que guarda de su etapa de Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, conocedor de mi interés por todo aquello relacionado con estos temas, y precisamente siendo también mi interés divulgar al máximo estos contenidos, para quienes pudiera interesar, paso a relacionarlo seguidamente, después de obtener su debida autorización.
" ¿ QUÉ ES EL VOTO DE HOSPITALIDAD, TAL Y CÓMO SE ENTIENDE EN LA ORDEN HOSPITALARIA DE SAN JUAN DE DIOS?
Es una promesa deliberada y libre, hecha a Dios, por la cual el Religioso se obliga, por virtud de Religión a asistir corporalmente a los enfermos del propio sexo en las casas de la Orden, o en otras confiadas a la misma , bajo la dirección de los Superiores de la propia Orden.
(Gabriel Russoto, O.H., en su "Opúsculo sobre la Hospitalidad)
¿Cuáles son las características que deben de adornar a todo buen Hermano Hospitalario al frente de un departamento de enfermos?
Son estas cinco cualidades que resumen y sintetizan todo un conjunto de bellas prendas:
* Capacidad técnica.
* Celo prudente.
* Laboriosidad incansable.
* Orden prestablecido.
* Limpieza exquisita.
El Alma Master de esta bella síntesis debe ser un sólido y bien dirigido espíritu de verdadera Piedad y Caridad fraterna.
El Religioso hospitalario tiene la misión de pasar por este valle de lágrimas haciendo bien a todos y en todas partes, a imitación de su santo Fundador, nuevo Abraham en la ley de Gracia, que tan bien supo imitar el divino Modelo, que se cargó con las miserias de todos los hombres y dio la vida por su salud en una cruz.
La misión del Religioso hospitalario consiste en ser el consuelo, el alivio, el padre, la madre, el hermano, el amigo, el tutor, el protector, el abogado, el siervo, el criado y el paño de lágrimas de todos los que sufren penas y dolores, padecen enfermedades y se hallen necesitados en este mundo, de cualquier nación, que sean, y quienesquiera que sean: españoles, franceses, italianos, etc.; moros, protestantes, judíos herejes, impíos, buenos y malos, parientes, amigos y enemigos, conocidos y desconocidos, bienhechores y perseguidores, sabios e ignorantes, ricos y (especialmente pobres); sea cual fuere la enfermedad que padezcan, epidémica o no epidémica; en donde fuera que sea; a los heridos en las guerras, en nuestros hospitales, sanatorios y asilos, en las cárceles y en los presidios, en las ciudades y aldeas, en el campo, en las chozas"