
Al cumplirse , en estas fechas , el 112 aniversario de su nacimiento, he considerado conveniente referirme a uno de estos episodios, en que su intervención, al estallar la guerra civil española, salvó la vida a cerca de un centenar de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, del Manicomio de Señoras de San Baudilio de Llobregat (Barcelona).
Un año antes -- en 1935 -- el Dr. Mira i López había sido nombrado Director médico de aquella institución psiquiátrica (actual "Benito Menni. Centre Assistencial de Salut Mental", de Sant Boi de Llobregat). El día 22 de julio de 1936, los dos hospitales psiquiátricos del municipio, recibieron la primera visita de las llamadas milicias populares, que acompañados del alcalde, Joan Vandellós, efectuaron unos registros en busca de unas supuestas armas que alguien había denunciado su existencia. No encontraron nada y abandonaron los dos recintos hospitalarios. La situación, no obstante, resultaba insostenible. Las noticias procedentes del exterior y las provocaciones de los milicianos que, puño en alto, hacían sonar insistentemente el claxon de los vehículos que habían requisado, era el preludio de lo que se avecinaba en las próximas horas.
El Dr. Emilio Mira y López al estallar la contienda fraticida, optó, sin reservas, por el bando republicano, poniendo al servicio de aquella causa toda su capacidad profesional y voluntad de lucha.
Aquel fatídico 18 de julio de 1936 se encontraba en Suiza, asistiendo , como ponente, al Congreso de Médicos Alienistas y Neurólogos de Lengua Francesa, que se celebraba en Zurich. Al ser informado de que España estaba en guerra, se apresuró de inmediato a regresar a Barcelona, para ponerse incondicionalmente a disposición del gobierno de la Generalitat de Catalunya, que presidía Lluís Companys, con quien mantenía una fluida relación de amistad personal, atendido que el Dr. Mira y López tenía, entre sus pacientes, a uno de los hijos del presidente catalán -- Lluiset -- que padecía esquizofrenia.
Y precisamente esta amistad resultaría decisiva para que las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús del manicomio de San Baudilio de Llobregat (actual Sant Boi de Llobregat), pudieran abandonar el establecimiento sin ninguna dificultad, puesto que en su trayecto tenían que atravesar forzosamente la zona que controlaban los elementos anarquistas, con el consabido peligro de sus vidas si alguien hubiese sospechado su condición de religiosas. Por su cuenta, habían previamente acordado vestir ropas laicas e intentar la aventura, pero conocedor el Dr. Emilio Mira de esta decisión, las convenció de que desistieran y dejasen de su mano encontrar un procedimiento mucho más seguro y fiable. Una simple llamada telefónica al Presidente Companys fue suficiente para conseguir el salvoconducto que permitió a estas religiosas llegar sin problemas ni contratiempos al puerto de Barcelona, y allí embarcar con destino a Italia. Gestiones de este tipo fueron realizadas por el Dr. Mira y el Presidente Companys en diferentes ocasiones a lo largo de la guerra civil, en el intento de salvar el mayor número posible de vidas de cuantas personas pudieron.
Es una lástima que, en estos momentos en que se están efectuando tantos y tantos esfuerzos en intentar recuperar la "Memoria Histórica", se ignoren episodios tan dignos de mención como el que acabamos de referir.