domingo, 20 de marzo de 2022

UNAS GRAVES DENUNCIAS CONTRA EL MANICOMIO DE SANT BOI DE LLOBREGAT, QUE LUEGO RESULTARON EXONERADAS.(AÑOS 1911 - 1912)


 En agosto del año 1910, el presidente de la Diputación Provincial de Barcelona, Enric Prat de la Riba i Sarrà, ordenó efectuar una inspección al Manicomio de Sant Boi de Llobregat, designándose a los doctores Coroleu, Villar y Ferrer Barnola, que elaboraron un informe durísimo que contenía acusaciones muy graves contra  el manicomio, sus gestores y sus facultativos.

Según publicó el matutino barcelonés "La Vanguardia", en su edición del día 18 de enero de 1911, la Memoria llegó a la Diputación de Barcelona el 15 de diciembre de aquel año, y dada la crudeza de los cargos que contenía, se hizo llegar a la Comisión de Gobernación, aunque en un primer momento no se hizo público. Sin embargo, el dia 1 de febrero de 1912 ya era conocida, y   el revuelo que originó, resultó altamente  preocupante.

El diputado Santiago Gubern manifestó que la Memoria en cuestión se dice que existen en el Manicomio unas celdas de reclusión donde se encierra a los alienados no sólo en sus accesos al furor , sino hasta por faltas de disciplina, y que allí se les tiene sujetos de pies y de manos , y echados sobre un montón de paja infecta, añadiéndose que la reclusión dura horas y hasta a veces días, según el castigo que se les imponga.

El Manicomio elaboró un razonado y contundente pliego de descargos que envió a la Diputación Provincial de Barcelona en abril de 1911, que resultó elogiado públicamente por el Dr.  Rodríguez Méndez en la Gaceta Médica Catalana.

La situación empezaba a aclararse, al resultar que la mayor parte  de las acusaciones vertidas en el informe " no todas en primera instancia se desestiman por infundadas y el escándalo empieza a disminuir". Sin embargo el Manicomio elaboró un segundo informe en aquel mismo año, para librarse de  las restantes acusaciones.

Es de destacar que el contexto del debate  resultaba  claro, atendido que Catalunya estaba pasando por unos momentos muy complicados después de sufrir las consecuencias de la Semana Trágica, en 1909 y la posterior represión, al ser el Manicomio de Sant Boi  un establecimiento privado regentado por una Orden religiosa  -- Hermanos de San Juan de Dios -- que lo convertía en un claro objetivo político  apetecible que, además, visto su historial, había estado exenta a lo largo de los años , a toda clase de sospechas y de críticas.

Sea como fuere, la cuestión es que se envió una comisión de Gobernación presidida por Lluís de Argemí, que visitó el Manicomio el día 5 de enero de 1912, y después de varios debates políticos, el día 8 de febrero de aquel año  se acordó exonerar al Manicomio de Sant Boi de Llobregat de la totalidad de las acusaciones.

Así finalizó esta desagradable situación  que durante año y medio  preocupó muy seriamente a la opinión pública en general que, por motivos inconfesables se planteó erróneamente, se desarrolló de manera todavía peor y se le proyectó darle un alcance que le llevó de manera inoportuna a elevarlo a la tribuna pública, que sirvió para exteriorizar apetitos desordenados al apoderarse de ello la pasión política, dando lugar a que se pusiera en entredicho a personalidades honorables y logrando que se desencadenasen sobre el Manicomio de Sant Boi de Llobregat, las más bajas pasiones de los habituales enemigos de aquel establecimiento psiquiátrico.

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