TUVIERON QUE TRANSCURRIR 11O AÑOS PARA QUE EL MANICOMIO DE SANT BOI DE LLOBREGAT, DERRIBARA SUS MUROS

En el mes de julio de  1965, era  del todo impensable poder  acceder en el interior de los muros del manicomio de Sant Boi,  para  conocer  las  condiciones en que vivían las personas enfermas asiladas en aquel establecimiento.

El día 3 de agosto de 1965, terminaba  el 8º Capítulo Provincial de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en el que se nombraba al Hno. Francisco Sola Pagola, Superior del Sanatorio Psiquátrico de Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, y al día siguiente tomaba posesión de su cargo. 

La llegada del Hno. Franciso Sola fue providencial. No le fue posible derribar durante  los tres  años de su mandato,  los muros perimetrales del establecimiento, pero sí que simbólicamente se apresuró a derribar  puertas y ventanas del interior del complejo hospitalario,  permitiendo la libre entrada y circulación  de los medios de comunicación social y estableciendo las medidas  necesaria   para facilitar la mejor  convivencia entre la ciudadanía del exterior y las personas asiladas en el establecimiento,  a través de los actos programados con aquella finalidad.

La creación del Patronato Local Pro Rehabilitación Social del Enfermo Mental,  fue  una acertada iniciativa  el Hno. Francisco Sola, con la finalidad de   organizar toda clase de actos  que propiciaran la  mejor convivencia entre los enfermos mentales del establecimiento y las personas del municipio.

Pero a pesar de ello,   los muros perimetrales seguían allí, afeando una imagen que, en su día, había tenido por objeto  proteger a la ciudadanía  de las personas enfermas encerradas en aquel recinto manicomial.

Y fueron necesarios ciento diez años después para que, en el transcurso de  un memorable acto público, el director de aquella institución, Dr. Josep Ramos Montes, iniciara los parlamentos de aquel memorable y significativo acto.

"OBRIM EL PARC",  fue el lema que propició  la decidida opción de derribar aquellos altos muros, para aproximar el  interior del establecimiento psiquiátrico,  al entorno urbanístico en que se encuentra.

Las personas asistentes al acto, pudieron participar en el derribo simbólico del muro.

Aunque sería después que una moderna maquinaria, provista de adecuados mecanismos, pondría fin a los 110 años de aquella impresionante mole separadora.

El verde arbolado de la vegetación de los espacios interiores del hospital psiquiátrico, integrado al entorno urbano del municipio, 110 años después. Era el día 18 de junio de 2011.