martes, 8 de diciembre de 2009

DIEZ MESES DESPUÉS DEL FALLECIMIENTO DEL DR. PUJADAS, SU HOMBRE DE CONFIANZA, RAFAEL RODRIGUEZ MÉNDEZ DIMITIÓ DEL MANICOMIO DE SAN BAUDILIO .


No habían transcurrido todavía diez meses del fallecimiento del Dr. Antonio Pujadas y Mayans, fundador, propietario y director del Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat, y la persona de su máxima confianza, el Dr. Rafael Rodríguez Méndez (1)presentaba su dimisión a la Junta de Acreedores, que se hicieron cargo de la gestión del establecimiento a la muerte de Pujadas. Para general conocimiento envió una carta a "La Vanguardia" (2)
"Con el mayor gusto accedemos á la inserción que atentamente nos solicita el respetable firmante de la siguiente carta, que ayer nos fue remitida:
Apreciándose de diversa manera por la Comisión ejecutiva de los acreedores de don Antonio Pujadas y por el que firma, algunas cuestiones relativas al Manicomio de San Baudilio de Llobregat, he juzgado conveniente presentar la dimisión del cargo que desempeñaba en dicho establecimiento, dimisión que ha sido aceptada.
Este hecho, como la mayor parte de los que trascienden al público, tiene parte de su evolución en el terreno privado. Enemigo de dar á la prensa los asuntos personales, ni me ocupo del último , ni llamaría la atención en esta forma, á no tratarse de un suceso que interesa á muchas familias, y á las cuales no podría participarlo oportunamente á no utilizar un rápido y fecundo medio de publicidad.
Hé aquí el hecho y hé aquí la razón de dar á luz este escrito.
Cumplido mi objetivo, réstame tan sólo manifestar mi sincero agradecimiento: á la prensa, por las distinciones que inmerecidamente me ha otorgado, ya por medios directos y puramente personales, ya por el increible cambio que ha tenido La razón de la sin razón, rogándole, como última molestia y favor, se sirva dar cuenta del hecho para que llegue á noticia de todos los interesados; a mis compañeros, por las valiosas muestras de afecto y consideración que me han dispensado, procurando el fomento del Manicomio; á las familias de los enfermos, por la gran confianza que sin razón bastante en mi depositaron; y á mis amigos íntimos por la buena voluntad con que sostuvieron ante variados obstáculos mi firme propósito de mantener la vida íntima del Manicomio sobre las únicas bases posibles en esta clase de establecimientos: la moralidad y la ciencia.
Sepárome tranquilo, después de haber realizado ó contribuido á realizar cuantas mejoras han permitido las azarosas circunstancias de una larguísima interinidad y de haber echado las semillas de nuevas reformas, que habrán de fructificar si el terreno se cultiva convenientemente.- Barcelona, 11 de febrero de 1882.- Rafael Rodríguez Méndez"
(1)En abril de 1874, el Dr. Rafael Rodríguez Méndez, recién llegado a Barcelona, donde había venido para ocupar la cátedra de Higiene de la Universidad, pidió a uno de sus amigos que le pusiera en contacto con el Dr. Pujadas, a quien quería conocer. Su primera entrevista tuvo lugar en un restaurante donde Pujadas acostumbraba ir a comer, cuando se encontraba en Barcelona, y de la conversación sostenida durante la comida, nació entre ellos una amistad que ya no se extinguiría. En 1878 Pujadas lo invistió como co-director del Manicomio, y fue la persona de su máxima confianza. Cuando el Dr. Pujadas sufrió, en su domicilio de Barcelona el derrame sanguíneo que afectaba preferentemente la base del encéfalo, fue inmeditamente requerido por el Dr. Gelabert, vecino de Pujadas, que lo atendió de inmediato. Sin embargo siguió en agonía y falleció a las 9:00 horas del día siguiente, 28 de abril de 1881. Suya es la explicación "Murió pobre, solo, con deudas y sin ropas para la última vestidura" (Revista Frenopática Española. Febrero 1908)
(2) "La Vanguardia". Sábado, 18 de febrero de 1882. Pág 2 (1162)

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