Hace escasos minutos, al efectuar una llamada telefónica para felicitar estas próximas fiestas de Navidad al Hermano Ciriaco Nuin Eugui, en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, donde era asistido en la Residencia de Hermanos Mayores de aquel establecimiento , me pasan la llamada, sorprendentemente, con el celador. Y es el celador quien me informa de que el Hermano Ciriaco falleció el pasado día 11 de este mes de diciembre. Me he quedado mudo, sorprendido, sin palabras. No esperaba esta repentina respuesta, que naturalmente, he agradecido por ser la persona que me ha informado.
Con el Hermano Ciriaco Nuin, desde que procedente de la Curia Provincial del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, de Sant Boi de Llobregat, pasó a la Residencia de Hermanos Mayores del Hospital San Juan de Dios, de Zaragoza, en el año 2019, le venía llamando por conducto telefónico cada quince días, y estaba siempre muy contento de recibir mis llamadas, en que reverdecíamos viejos recuerdos de la vida y obra de San Juan de Dios y de San Benito Menni. Sin embargo, últimamente, estas llamadas las efectuaba una vez al mes, atendido que, si bien decía gozar de buena salud, y que sólo le aquejaba su problema de visión, las conversaciones ya no eran con la nitidez acostumbrada, y por el conducto telefónico constataba que en ocasiones no entendía con perfección mis palabras, y por este motivo, para evitarle cansancio en la conversación por aquel conducto, consideré conveniente saludarle una vez al mes. En todas las llamadas le recordaba siempre que nos aproximábamos al día 10 de agosto, que era la fecha de su aniversario. El pasado día 10 de agosto había cumplido 104 años de edad.
ALGUNAS INFORMACIONES BIOGRÁFICAS
El Hermano Ciriaco Nuin Eugui, nació en Usi (Navarra), el día 10 de agosto de 1920, y el 8 de septiembre de 1945 ingresó en la Casa de Sant Boi de Llobregat, iniciando el noviciado el 7 de diciembre de aquel mismo año.
Profesó en Calafell, el 8 de diciembre de 1946, y emitió sus votos solemnes en Granada, el 16 de octubre de 1950.
Obtuvo el grado de bachiller em Barcelona, y realizó los estudios escolásticos en Sant Boi de Llobregat, consiguiendo asimismo el título de Auxiliar Técnico Sanitario en la Facultad de Medicina de Barcelona, y con la calificación de sobresaliente, el diploma de sus estudios de Lengua Inglesa.
Desarrolló las primeras actividades como hospitalario en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora de Montserrat, de Sant Boi de Llobregat, como encargado de los servicios de abastecimiento y cocina, siendo designado Vice prior de aquel establecimiento el 8 de julio de 1951, y dos años más tarde, el 22 de julio de 1953 pasaría a ejercer el cargo de Superior en el Sanatorio Marítimo de Calafell.
Fue elegido 4º Consejero Provincial y Maestro de Escolástico de Sant Boi de Llobregat, tomando el cargo de aquellas actividades profesorales en el mes de junio de 1956, y pasando a ejercer el cargo de Maestro de escolástico de Barcelona en el mes de julio de 1959, época en que fue elegido Tercer Definidor Provincial, y designado en el año 1962, Primer Definidor Provincial y Superior del Asilo - Hospital de Barcelona. El día 1 de agosto de aquel mismo año, fue elegido Provincial de la Provincia Canónica de Aragón.
En uno de sus muchos viajes, estuvo en México, donde por su afán de ayudar a los demás, permaneció por espacio de dieciséis años al frente de un hospital psiquiátrico de aquel país.
También estuvo en Sierra Leona, siendo uno de los pioneros en expandir la labor hospitalaria de San Juan de Dios en África.
En 1987 regresó a España, colaborando en la Secretaría de la Curia Provincial en la Casa de Sant Boi de Llobregat, hasta que en el año 2019, con motivo de su avanzada edad, pasó a la Residencia de Hermanos Mayores del Hospital San Juan de Dios, de Zaragoza, donde ha permanecido hasta su fallecimiento.
Quienes le han tratado de cerca, o bien simplemente han tenido el privilegio de conocerle, lo califican, y así figura en uno de los libros que analiza su figura y trayectoria de esta forma " el padre Ciriaco es un hombre sencillo, humilde y bueno, cuya personalidad se perfila en el puro y desnudo ejercitar las bienaventuranzas, léase la caridad, sin fronteras ni distinción, antes, desde inadvertidos vínculos de la Orden, hoy, para su bien, desde su puesto de mando; ese mando que él sabe ejercer con suavidad, pero con entereza, con silenciosa sensillez con la que nosotros definiríamos la persona y la obra del ilustre hospitalario" (1)
(1) Cruset, José. "Crónica Hospitalaria". Barcelona. 1971. Páginas 164, 165,166.
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