martes, 4 de enero de 2022

LA IMPORTANCIA Y EL PRESTIGIO DEL MANICOMIO DE SANT BOI, EN LA NOVELA " DOÑA PERFECTA ", DE BENITO PÉREZ GALDÓS ( año 1876)


 Portada de la primera edición de la novela "Doña Perfecta", de Benito Pérez Galdós. Imprenta de la Guirnalda. Madrid, 1876. Ejemplar de la Biblioteca Nacional de España. Madrid.

Al cumplirse en el día de hoy el 152 aniversario del fallecimiento de Benito Pérez Galdós, considerado como uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX, hasta el punto de que varios especialistas y estudiosos de su obra lo evalúan como el mayor novelista español después de Cervantes, y siendo también  académico de la Real Academia Española desde el año 1897, he recordado un pequeño párrafo en las páginas finales de su novela "Doña Perfecta" (año 1876) referidas al Instituto Manicómico  de San Baudilio de Llobregat, en estos términos:

"Barcelona , 1º de junio

Acabo  de llegar aquí después de dejar a mi sobrina Rosario en San Baudilio de Llobregat. El director del establecimiento me ha asegurado que es un caso incurable. Tendrá, si, una asistencia esmeradísima en aquel alegre y grandioso manicomio.

Mi querido amigo, si alguna vez caigo también, llévenme a San Baudilio."

2 comentarios:

Gabriel Aleñar Serra dijo...

Tenía vagas referencias de este hecho por haberlo leído en alguna historia del de Sanatorio.

Pero el hecho de haberlo recordado tú, me ha "obligado" a leer la Novela completa y por fin Capítulo XXXII, lo encontré. Antes de referirse al ingreso de su sobrina Rosario en el Sanatorio, habla así a un amigo:

“Amigo mío, ya tenemos una nueva víctima de la funestísima y rancia enfermedad connaturalizada en nuestra familia. La pobre Rosario, que iba saliendo adelante, gracias a nuestros cuidados, está ya perdida de la cabeza. Sus palabras incoherentes, su atroz delirio, su palidez mortal, recuérdanme a mi madre y hermana. Este caso es el más grave que he presenciado en mi familia, pues no se trata de manías, sino de verdadera locura. Es triste, tristísimo, que entre tantos, yo sea el único que ha logrado escapar, conservando mi juicio sano y entero, y totalmente libre de ese funesto mal.

Gabriel Aleñar Serra dijo...


El final del comentario anterior:

"Es triste, tristísimo, que entre tantos, yo sea el único que ha logrado escapar, conservando mi juicio sano y entero, y totalmente libre de ese funesto mal".

Explica estas últimas palabras: "Mi querido amigo, si alguna vez caigo también, llévenme a San Baudilio."