lunes, 11 de febrero de 2019

POLIFACÉTICO DR. ANTONIO PUJADAS Y MAYANS, FUNDADOR, PROPIETARIO Y DIRECTOR DEL MANICOMIO DE SANT BOI DE LLOBREGAT.

Dibujo de la  época, del edificio destinado a Manicomio y Casa de Baños, en la barcelonesa calle de la Canuda, esquina Bertrallans, regentado por el Dr. Antonio Pujadas y Mayans en el año 1852.

El Dr. Antonio Pujadas y Mayans establecido en 1850 en la  barcelonesa calle de la Canuda esquina con Bertrallans, en un edificio destinado a " Manicomio y Casa de Baños", fue denunciado por el vecindario, molesto por los gritos que proferían las personas con enfermedad mental allí asistidas, y consecuentemente  fue requerido por el Gobernador Civil, Melchor Ordóñez  para que en el término de 24 horas enviara a aquellos enfermos con sus familiares o bien  se trasladara con ellos fuera de Barcelona. Consecuentemente el Dr. Pujadas, a pesar de la escasez de tiempo concedido, logró conseguir que la propiedad del antiguo convento que había sido de Padres Servitas, en el municipio de Sant Boi de Llobregat,  y que se encontraba  abandonado y en estado ruinoso, se lo cediera por un simbólico cánon, atendido el uso a que sería destinado. Y en agosto de 1853 el Dr. Pujadas llegaba con aquel grupo de enfermos y sin descuidar su asistencia, procedió de inmediato a efectuar  las obras de acondicionamiento y mejora de aquel  destartalado edificio, inaugurándolo solemnemente el día 6 de junio de 1854 con asistencia de las máximas autoridades y jerarquias del momento.

Con ello el Dr. Antonio Pujadas y Mayans se convertiría  en fundador, propietario y director del llamado, en aquella época " Instituto Manicómico de San Baudilio de Llobregat", cargos  que ejerció ininterrumpidamente hasta los últimos días  de su existencia, falleciendo el  28 de abril de 1881 en su domicilio de la calle de Santa Ana, número 17, de Barcelona.

UN ANUNCIO DESCONOCIDO

En 2017 se consiguió la digitalización del " Diario de Barcelona", desde su fundación, el año 1792 hasta, por el momento,  el año 1862. Ello  permite que se  pueda acceder, para su consulta, a todos los periódicos  editados entre aquellas fechas, a través de los medios informáticos.

Y consultando algunos de estos ejemplares, he encontrado un anuncio editado por el Dr. Antonio Pujadas y Mayans, cuando el manicomio de Sant Boi llevaba medio año en funcionamiento, y que  su contenido desconocía por completo.  Lo transcribo a coninuación:

             " C A S A     D E     C U R A C I Ó N
        
                        con hospedaje para enfermos o sin él 

   en Barcelona, calle de la Canuda, núm.13 

Las casas de curación, reconocidas indispensablemente en el extrangero, hace cinco años que las introducimos en España. La que anunciamos puede decirse que es la primera y única que existe en la Península. En ella hallan los enfermos todas las comodidades compatibles con el estado de enfermedad.

Como casa de curación  encierra toda clase de baños conocidos y cuanto puede ser útil a la salud de los enfermos. Nos ocupamos de la curación de cuantas enfermedades se presenten y para algunas de ellas poseemos tratamientos especiales, cuyo resultado podemos casi asegurar de antemano.

Las afecciones venéreas, por antiguas, rebeldes e inveteradas que sean, las curamos en menos de un mes. Los dolores reumáticos, la epilepsia, las afecciones de la cavidad del vientre, las llagas de las piernas, las afecciones herpéticas y las de la piel, así como todas las enfermedades crónicas.

El éxito que ha tenido nuestro establecimiento y las numerosas curaciones que hemos obtenido de personas que habían sido dadas por incurables, nos ha obligado á  edificar otro grande establecimiento cerca de Barcelona para tratar en él, esclusivamente, las afecciones mentales, valiéndonos los mejores elogios y protección.

Los enfermos pueden dirigirse por correspondencia franco de porte al director del establecimiento, si juzgan conveniente consultarle antes de trasladarse a él. -- El médico  director , Antonio Pujadas" (1) 

(1) Diario de Barcelona. Lunes, 4 de enero de 1855. Págs. 10 y 11. 

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